Un pequeño gatito recién nacido que fue rechazado y abandonado por su madre felina, afortunadamente lo rescataron justo a tiempo y ahora disfruta su nueva vida demostrando todo su agradecimiento con muchos ronroneos.

Un hombre llamado Brent, que cuida con regularidad a los gatos salvajes de su vecindario, decidió contactar a Caroline Grace, una voluntaria adoptiva de Saving One Life. La intención era informarle sobre un pequeño gatito recién nacido que necesitaba de manera urgente ser alimentado por medio de biberón.

Brent tenía al pequeño de menos de 24 horas de nacido bajo su cuidado, pero sabía que era un trabajo para una persona experta en cuidado de crianza.

Gatito recién nacido es rescatado a tiempo

El hombre había construido un refugio para que una gata salvaje que había dado a luz, tuviera un lugar seguro para criar a sus bebés. Pero, cuando la mamá gata trasladó a sus bebés, dejó a uno abandonado, Brent esperó para ver si regresaba por él, pero esto no sucedió.

El hombre puso al gatito abandonado en el nido para que estuviera con su familia, pero se sorprendió cuando su madre lo apartó.

Caroline dijo a Love Meow:

«Ella rechazó al bebé una vez más y lo puso de nuevo en medio del frío».

Brent supo que debía hacer algo para ayudarlo y decidió llevar al gatito a su casa para calentarlo y conseguir la ayuda profesional de Caroline.

Caroline agregó:

«Los recién nacidos son muy frágiles, cuando llegó a mí, el gatito estaba hipotérmico y no respondía».

La mujer asegura que pasó el primer día trabajando muy duro para calentar al gatito al que llamaron Toby, para luego poder alimentarlo y prestarle la atención adecuada. Pero, incluso cuando recuperó su temperatura corporal, el pequeño Toby seguía demasiado débil y no pudo agarrarse del biberón para poder alimentarse.

Entonces, Caroline implementó un estricto protocolo de cuidados intensivos y empezó a alimentar al gatito por medio de una sonda, durante los siguientes tres días.

Cuando llegó el cuarto día, al parecer Toby comenzó a prosperar y pudo obtener la fuerza suficiente para alimentarse por sí mismo.

Caroline comentó:

«Comenzó a volverse más fuerte y saludable cada día y su personalidad comenzó a florecer. Con solo cinco días de nacido, empezó a ronronear. Ronroneaba después de cada comida mientras lo sostenía».

A pesar de que era muy pequeño, Toby parecía tener un motor de ronroneos muy potente, el cual encendía cada vez que lo tocaban. Toby se comía el alimento como todo un campeón y, luego de cada comida, se volteaba de espaldas para que le acariciaran la barriguita.

 

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El pequeño gatito estaba muy feliz de recibir atención y amor, y parecía que nunca era suficiente el afecto de su madre adoptiva. Cuando cumplió los 11 días de edad, Toby abrió por completo sus ojos y dio por primera vez un vistazo a su entorno y hogar.

Caroline dijo:

«Se arrastró e incluso asomó la cabeza para investigar lo que estaba pasando a su alrededor».

Desde que descubrió su poderoso motor de ronroneos, lo utiliza para llamar la atención y exigir que lo abracen y lo carguen por toda la casa.

Toby se ha vuelto muy curioso y aventurero, ahora que tiene las fuerzas suficientes para caminar, y explora todos los rincones de la casa.

Aunque todavía debe mejorar su equilibrio, con su mirada convincente logra obtener todo lo que quiere, solo es cuestión de mirar fijamente a sus humanos.

Caroline comentó:

«A las 3,5 semanas de edad, todavía ronronea constantemente. Le encanta que lo carguen y que le den besos en la cara. Está empezando a ser más juguetón a medida que descubre los juguetes y su entorno».

Le encanta pasar tiempo con su madre adoptiva y, cada vez que necesita algo, se lo hace saber con una tierna mirada y muchos maullidos.

Toby ha progresado de forma increíble, se ha vuelto un gato sano y fuerte, pero le gusta estar sobre el regazo de Caroline para acariciarla. La mujer asegura que a Toby le encanta mirarla a los ojos; cada vez que come se da vuelta y la mira, y ella le da masajes que provocan muchos ronroneos.

Caroline agregó:

«Es adorable verlo descubrir cosas por primera vez como juguetes, la caja de arena y cómo trepar. Es un chico muy dulce y cariñoso, quien lo adopte tendrá mucha suerte».

Luego de un difícil comienzo en su vida y que prácticamente lo salvaran de un triste final, Toby ahora disfruta de su nueva y cómoda vida.

Un par de gatitos salvajes rescatados de las calles de Ontario, Canadá, formaron una relación especial y se volvieron un dúo inseparable. Gracias a eso poco a poco fueron ganando confianza y finalmente se adaptaron a su nueva vida.

A principios de este año el centro de rescate de animales Dorset Rescue Kittens, acogió a varios gatitos rescatados de una gran colonia salvaje. Entre esta camada se encontraban dos gatitos, Cholua (Calicó) y Tabasco (gris), que demostraban tener un vínculo especial entre ellos desde que fueron encontrados.

La fundadora del refugio, Cailey Seymour, dice que siempre han sido muy unidos y que creen que son compañeros de nacimiento, pero no están seguros.

Gatitos salvajes rescatados son inseparables

Gracias a la ayuda de los voluntarios del centro de rescate, trasladaron a todos los gatitos a diferentes hogares de acogida para su cuidado y crianza. Pero querían asegurarse de que Cholua y Tabasco, permanecieran juntos porque tenían un vínculo inquebrantable, por lo que los enviaron al mismo hogar de acogida.

En su nuevo hogar de acogida, les adecuaron una habitación tranquila y cómoda, con el fin de ayudarlos a adaptarse rápidamente a su entorno.

Los gatitos eran muy tímidos y se aterrorizaban con las personas, incluso se escondían detrás de los muebles y no dejaban que nadie se les acercara.

Cailey dijo a Love Meow:

«Cholua intentaba morder y Tabasco nunca salía de su escondite».

Con la ayuda de una deliciosa comida, la pareja de gatitos lentamente salió de su escondite y empezaron a explorar con cautela todo el lugar. Cada vez que se movían, siempre permanecían juntos como si se cuidaran mutuamente, caminaban de un lado para el otro cuidándose las espaldas.

Necesitaron de mucho tiempo para adaptarse a su entorno, pero al parecer, mantenerse cerca en todo momento, les daba una sensación de seguridad plena.

Poco a poco se sintieron más relajados y comenzaron a salir con más frecuencia de su escondite para vivir diferentes aventuras en la casa. Así mismo, permitieron que los humanos se acercaran un poco más y hasta se sintieron cómodos para dormir frente a las personas que los rodeaban.

Cholua se sintió a gusto con las personas y les reclamaba caricias, y cuando tabasco vio ese comportamiento, comenzó a entusiasmarse con la idea.

Aún eran muy nerviosos y cautelosos, pero al estar juntos se daban un impulso de valentía para enfrentar las situaciones cotidianas de su vida. Mantienen muy unidos y siempre envuelven sus colas entre sí cuando caminan por la habitación, realmente parecen almas gemelas destinadas a permanecer unidas.

La persona encargada de cuidarlos, usó varios trucos para tratar de conquistarlos y ganar su confianza, también utilizó sus cosas favoritas para llamar su atención.

Cailey dijo:

«Cholua está obsesionado con el láser, mientras que su hermano Tabasco prefiere la socialización con la comida».

Los dos felinos se volvieron más seguros y continuaron sus excursiones por todos los lugares de la casa, y sus interacciones con las personas también aumentaron. En poco tiempo, se animaron a probar cosas nuevas e incluso comenzaron a aceptar el amor de sus cuidadores con más frecuencia.

Cailey agregó:

«Les encanta acicalarse y acurrucarse en el sofá y en su árbol para gatos. Incluso cuando estaban en la gran colonia, hacían todo juntos».

Cholua y Tabasco tiene acceso a todo el hogar de crianza, y están satisfechos con todas las opciones que tienen para tomar la siesta durante el día. La fundadora del centro de rescate asegura que cuando llegue el momento de su adopción, necesitarán una familia que sea muy paciente y los acepte a ambos.

Aunque han logrado un progreso enorme, aún están aprendiendo a recibir afecto cuando no hay una recompensa, pero con un trabajo paciente pronto estarán listos. Ambos han recorrido un largo camino desde su rescate, pero lo más importante es que ya no tendrán que sobrevivir en las calles.

Ellos disfrutan de su hogar de acogida y de todos los cuidados, esperando que llegue el día de su último viaje a una casa para siempre.