Simon Dell, un aficionado a la fotografía de vida silvestre de Reino Unido, se topó con la familia de un ratoncito que corría por su jardín, pero en lugar de conseguir trampas para atraparlos, sacó sus herramientas y terminó haciendo lo más dulce; les construyó una aldea en miniatura, y lo más adorable de todo esto, es que esta familia se lo pagó posando para adorables fotografías.
Simon dijo a Bored Panda:
«Un día salí a hacer fotos de los pájaros al jardín, y como acababa de cortar el césped vi algo moviéndose en el suelo. Apunté hacia ahí la cámara y me asombré al ver un adorable ratoncito, de pie como los suricatos. Me hizo muy feliz».
Familia de ratones tiene una villa en miniatura
De inmediato, Simon supo que este ratoncito sería toda una estrella, y corrió adentro a buscar cacahuates que dejarle.
Simon dijo:
«Me senté ahí, esperando y solo tardó unos minutos en volver por sus golosinas. Fue en ese momento que pensé que le daría al ratoncito un refugio y un lugar seguro para esconderse y alimentarse».
Simon ya tenía un poco de experiencia haciendo fotografías de fauna silvestre y de ratones, ya que una vez tuvo uno en su cobertizo y solo salía de noche.
Simon dijo:
«Era un ratón de campo y lo llamamos Stuart. Era un solo ratón, pero a principios de 2018 se fue, probablemente para encontrar pareja. Espero que vuelva este invierno y quizá conozca a los nuevos ratones del jardín».
Simon cuenta que en el jardín aparece todo tipo de vida silvestre. Muchos tipos de aves, como estorninos, gorriones, mirlos, petirrojos y más. Incluso una garza real que se ha llevado la mayor parte de peces dorados de los estanques.
Él dijo:
«También hay un zorro que lo visita todas las noches y muchos erizos y ardillas».
Simon cuenta que al principio solo había un ratón, que tenía un corte en la oreja y lo llamaron George.
Simon dijo:
«Apilé algunos tronquitos alrededor de una caja como casa para él y lo cubrí con musgo y paja para ofrecerle algo de refugio. Veía a los gatos sentados al otro lado de la valla, a tan solo unos metros, así que los troncos también le dieron algo más de seguridad».
Simon colocó cercas de alambre a lo largo de la cerca, para que los gatos no pudieran atrapar al ratón, además tiene un pequeño perro Jack Russell Terrier, así que los gatos saben que no deben entrar al jardín.
El hombre se dio cuenta de que podría haber más de un ratón dentro del refugio, y no tardaron en salir por comida.
Él dijo:
«Decidí construirles una casa, ya que quería que estuvieran seguros. También, como les daba de comer, pensaba que sería culpa mía si salían por mi comida y se convertían en presas. Y como fotógrafo, quise crearles un hábitat bonito a la hora de hacer fotos».
A Simon le tomó aproximadamente una hora hacer la primera etapa de la pila de troncos. A medida que llegaban más ratones, hacía cambios, agregando más y más habitaciones.
El interior de la estructura tiene de 2 a 3 vías de entrada y salida, para que puedan escapar si es necesario. La pequeña aldea está en constante crecimiento.
Simon añadió:
«Agregué más espacio y lo preparé para el frío invierno, dándoles la mejor oportunidad posible de sobrevivir. Ya he contado 5 o más ratones, y la hembra, Mildred, está muy preñada, así que esperamos una buena camada de ratoncitos para Navidad».
Simon sabe que los ratones se reproducen muy rápido y tienen muchas crías, pero a él no le importa esto, poque lo único que quiere es que ellos tengan la oportunidad de vivir, y a cambio pueda sacar espectaculares fotografías.
Él dijo:
«Sé que los ratones pueden tener hasta 14 crías, así que quizá construya más habitaciones para ellos. Pero tengo espacio y no me importa vivir junto a estas criaturitas tan adorables y fotogénicas».
Por su parte, los ratoncitos están felices y parecen adorar su pequeña aldea de troncos.
Simon dijo:
«A los ratones parece encantarles su refugio y se mudaron enseguida. Son criaturas de campo, así que aún salen corriendo si me acerco demasiado o me muevo muy rápido, pero a menudo consigo sentarme no muy lejos con la cámara y el zoom y parecen felices entrando y saliendo con nueces y semillas».
Simon alimenta a la gran familia de ratones de manera natural. Él cuenta que recoje bayas, nueces y frutas que crecen junto a los caminos en la reserva natural de Shire Brook Valley.
«También les doy la misma mezcla de semillas que les pongo a los pájaros, junto con pipas de girasol y avellanas o nueces. Como golosina les doy un par de gusanos de la harina secos y bolitas de sebo, pero intento siempre darles comida sana y natural».
Los ratones todavía están en el jardín de Simon y viven una vida feliz.
Aunque a algunas personas pueda parecerles esto un poco repulsivo, para Simon no lo es. Él ama brindarles un lugar acogedor a estas criaturas que para él son adorables.
Para saber más sobre el trabajo de Simon con respecto a la fotografía y enterarte de sus aventuras con esta pequeña familia de roedores, puedes seguirlo en Facebook.