Calvin Tucker quien vive en Alabama, Estados Unidos, realizó su primer rescate en el año 2017, cuando un gato gris apareció fuera de su lugar de trabajo. Desde entonces ha ayudado a cerca de 123 animales indefensos y hace un tiempo detuvo su auto para rescatar a un perrito calvo abandonado en la carretera.
Cuando realizó su primer rescate nunca imaginó que sería el inicio de una gran labor; el hombre a quien ni siquiera le gustaban los gatos terminó adoptando al felino.
Calvin dijo a The Dodo:
“La forma en que me miró me tocó el corazón. Así que entré y compré unas galletas y se las di. Al día siguiente, cuando llegué allí, me estaba esperando a las 7 de la mañana».
Hombre detuvo su auto y ayuda a un perrito calvo
Desde que adoptó al pequeño gato a quien llamó Henry en 2017 este hombre suele ayudar a otros animales y alimenta colonias de gatos salvajes. En septiembre pasado de camino a casa decidió cambiar de ruta y gracias a esto pudo ayudar a un perrito indefenso.
Calvin cuenta:
«Era viernes por la noche y me dirigía a casa y, por alguna razón, algo me habló y me dijo que me bajara de la autopista unas seis salidas antes de mi casa. Cuando salí de la autopista y tomé la carretera principal, vi a Wrinkles de inmediato. Estaba en medio de la carretera, estaba asustado, venían automóviles y le tocaban la bocina».
El hombre trató de atraer la atención del temeroso animal con una lata de comida, pasó cerca de 20 minutos con él y notó que la mayoría de su cuerpo había perdido el pelaje, estaba en mal estado y solo se le veían arrugas. Calvin llevó al perro hasta un hogar de acogida donde le dieron un baño, y al día siguiente lo llevó al veterinario.
El pobre perrito calvo tenía sarna en sus arrugas, presentaba fiebre y parásitos pero aún así era muy cariñoso.
Calvin agregó:
«Se acostó en la mesa y nos miramos a los ojos y lo único que vi fue que estaba feliz de estar fuera de las calles. Se podía ver la gratitud en sus ojos por la forma en que me miraba, estaba en total paz».
Wrinkles (arrugas en español) como fue llamado el pequeño perro, debió permanecer en la clínica veterinaria ese fin de semana para recibir tratamiento, de allí fue a su hogar de acogida donde le esperaba una larga recuperación de sus heridas; en el lugar de acogida dijeron que era el perro más dulce de todos.
Calvin cuenta:
«Se llevaba muy bien desde el primer día con los otros animales, estaba corriendo, jugando con ellos y divirtiéndose».
Pasados seis meses, el pelaje de Wrinkles creció y sus arrugas se vieron cubiertas por un pelaje negro brillante, Calvin contactó a Two By Two Animal Rescue en Helena, Alabama para ayudarle a este perro a encontrar un hogar definitivo, y pronto lo consiguió.
El hombre dijo:
«Hicieron una visita al hogar y la gente salió y lo conoció y cuando lo conocieron fue amor a primera vista, en ambos sentidos».
Ahora Wrinkles tiene un hogar lleno de amor. Sin duda, que Calvin tomara una ruta diferente camino a casa esa noche, fue una gran fortuna para este dulce peludo.