Potato estaba destinado a ser sacrificado en un refugio cuando Grace, una rescatista de Los Ángeles, intervino para salvarlo. El personal había determinado que era demasiado salvaje y, en consecuencia, no podría encontrar un hogar adecuado para él.
Con ayuda de Grace, su determinación y algunas canciones, el gato se transformó de forma asombrosa y poco a poco aprendió a confiar en ella. Fue un proceso arriesgado y Grace recibió algunos arañazos, pero ella se negó a renunciar a él.
No todos los gatos pueden ser domesticados, y eso está bien. Algunos están destinados a permanecer salvajes toda su vida. Pero este felino en particular dio un giro completo, pasó de ser salvaje a ser cariñoso y juguetón, todo gracias al amor de Grace.
Gato anteriormente salvaje se transforma gracias al amor
A la sexta semana, Potato continuaba siendo un chico difícil, pero Grace siguió trabajando con él. Le enseñó que el comportamiento agresivo no se recompensa, diciéndole pacientemente que no y retirándole el cariño. Poco después, Potato decidió que era un gato faldero y amasaba sobre una manta como su manera de cerrar el trato.
Grace escribió en Instagram:
“Ni en un millón de años pensé que esto sucedería… ¡pero aquí estamos! 6 semanas de amor y paciencia, y ahora Potato es oficialmente un gato faldero”.
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Potato se hizo amigo de los demás animales en casa, sin embargo, se peleó con el gato de Grace, Kitty Boy. Al final, eso dejó en claro que a Potato le iría mejor en un hogar como gatito único.
Cuando Grace se fue de viaje, tuvo que encargarle a Catherine, otra de las madres de acogida de Boomer’s Buddies, que cuidara de él. Ella no estaba segura de cómo le iría al principio, pero a su regreso descubrió que prosperaba, actuando como el gato doméstico más amigable. Lo más sorprendente es que aprendió a confiar en una nueva persona muy rápidamente.
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A finales de octubre, Grace supo que Potato estaba listo para encontrar un hogar definitivo y continuar su increíble transformación. Aunque es difícil, los padres de acogida deben despedirse de los animales con los que han establecido un vínculo para así poder seguir salvando a otros que necesiten de su ayuda.
Potato es un gato maravillosamente rehabilitado al que le encanta la atención, pero necesita a alguien que entienda que todavía tiene algunos instintos de gato callejero. Cuando se le sobre estimula, todavía puede ser bastante brusco.
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Hace poco, Potato recibió su primer beso y ronroneó mientras Grace le acariciaba. Fue un momento tan significativo para un gato que antes era agresivo, ¿lo habrías adivinado?
Grace escribió:
“¡Potato acaba de ser besado por primera vez en toda su vida! ¡Qué pequeño momento tan especial! PD: Potato sigue buscando su hogar definitivo!”.