Una voluntaria del refugio Wrenn Rescues en el sur de California, Estados Unidos, llamada Ashley Kelley, acogió a un pequeño gatito abandonado que estaba al interior del motor de un automóvil. El felino nació con una hendidura en su boca, pero el pequeño siempre dejó ver una fuerte voluntad de salir adelante desde el inicio.
Ashley se dedicó a alimentar al gatito llamado Odahviing por medio de una sonda durante todo el día mientras le daba mimos y caricias. El pequeño superó una infección respiratoria leve y empezó a mejorar rápidamente.
Su madre de acogida se percató desde el principio que el pequeño necesitaba un compañero de juegos.
Gatitos se encontraron de una manera adorable
A pocas semanas de la llegada de Odahviing, Ashley recibió informes de un gatito que necesitaba atención con urgencia y que tenía aproximadamente la misma edad que Odahviing, así que no lo dudó y recibió al gatito en su hogar.
Ashley le dijo a Love Meow:
«Este pequeño (llamado Attis) tiene hipoplasia cerebelosa (CH). La hipoplasia cerebelosa puede tener diferentes causas, pero ocurre con mayor frecuencia cuando una gata embarazada se expone al virus de la panleucopenia felina y transmite la infección a sus gatitos por nacer».
El gatito recién llegado estaba muy feliz por estar finalmente en un ambiente hogareño, y de inmediato se transformó en un pequeño consentido y reclamaba miles de abrazos de sus humanos.
Ashley cuenta:
«Él es muy capaz de vivir una larga vida feliz. CH no es doloroso ni contagioso, y estos gatos se adaptan a su tambaleo con facilidad. Es genuinamente uno de los gatitos más felices que he conocido: dulce, mimado y siempre ronroneando».
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Desde el principio, y antes de estar listos para su encuentro, Odahviing se encontraba muy ansioso por jugar con su nuevo amigo que ya había intentado cruzar los paneles con ganas de explorar todo.
Tan pronto como Ashley los presentó de manera oficial, los gatitos se encontraron de una manera adorable, se pelearon un poco, jugaron entre sí y finalmente se acurrucaron dulcemente juntos.
Los días siguientes transcurrieron entre juegos y travesuras, los dos nuevos hermanos eran muy unidos desde ya.
Mientras disfrutaban de sus juegos, Ashley notó un poco de nubosidad en los ojos de Attis. Al visitar al veterinario, este le informó que el pequeño Attis parece estar ciego de ambos ojos.
Pero este chico no se deja vencer por nada y es capaz de hacer cualquier cosa como todos los demás gatitos.
Ashley agregó:
«No puede ver muy bien y se tambalea, pero rastrea todo de manera impresionante al escuchar y sentir las vibraciones con sus bigotes. Salta, corre y salta con toda la precisión de cualquier gatito de 8 semanas».
Estos mejores amigos han mejorado mucho desde su llegada y su amistad es muy fuerte. Odahviing siempre está alentando a su amigo a jugar y correr por todo el lugar; siempre está a su lado en cada instante del día.
Ashley asegura:
«Sus bamboleos han ido disminuyendo constantemente hasta un punto muy manejable. Apenas podía caminar cuando llegó aquí. Verlo crecer y desarrollarse ha sido asombroso».
Ashley sabe que sus pequeños gatitos tienen personalidades diferentes, por su parte, Attis tiene una energía superior, pero a Odahviing no le importa. El felino seguirá el juego todo el tiempo que Attis quiera, y luego tomará una merecida siesta y le dará a Attis un minucioso baño.
Puedes conocer un poco más acerca del trabajo de Ashley con los rescates visitando su cuenta en Instagram, también puedes conocer la labor del centro de rescate en su página de Facebook.