Luego de vagar por mucho tiempo en las calles de la ciudad de Tuzla, en Bosnia y Herzegovina, una adorable gatita volvió con su amiga humana y se mudó a su casa, después de comprobar que ella quería ayudarla y rescatarla de su difícil vida.
Gigi, la gatita sin hogar, deambulaba constantemente por un vecindario de la ciudad, y un día, Asja, una joven estudiante, se encontró con la felina atigrada. Por lo general, Gigi caminaba por las calles maullando muy fuerte, y siempre que alguien intentaba acercarse, rápidamente huía del lugar porque no confiaba en nadie.
La felina era muy temerosa, las personas, los ruidos y los movimientos bruscos la ponían muy nerviosa, siempre estaba alerta para afrontar cualquier situación.
Gatita volvió con la mujer que le ofreció ayuda
El clima en la ciudad comenzó a cambiar y el invierno atacó con fuerza, por lo que Asja supo que debía ayudar a Gigi. Ella no podía dejar que la tímida gatita afrontara el invierno sin un refugio, y sentía la necesidad de hacer algo para poder ayudarla.
Asja dijo a Love Meow:
«Me sentí triste por la gatita y tomé la decisión de hacer todo lo posible para salvarla. Empecé a dejar comida en mi balcón, al que podía llegar por las escaleras».
La mujer decidió hacerle un refugio improvisado con una caja de cartón y, aunque Gigi era muy tímida, no pudo resistirse a la oferta tan tentadora.
Asja comentó:
«Tenía mucha hambre. No importaba cuánto la alimentara, siempre quería más».
En los primeros días la gatita solo se acercaba para alimentarse y comía desde la distancia, pero de a poco las cosas comenzaron a cambiar. Lentamente, su amiga humana se acercaba y aunque Gigi no estaba del todo segura, solo lanzaba señales de advertencia, pero sin ser demasiado agresiva.
Asja agregó.
«Cuando comencé a acercarme, ella siseaba y me gruñía, pero sabía que lo estaba haciendo como un mecanismo de defensa, y en realidad no me haría daño».
Durante un par de semanas hubo muchas dudas para Gigi, pero cuando se dio cuenta que la mujer quería ayudarla, su comportamiento cambió totalmente. Un día, la mujer decidió acariciarla mientras la alimentaba, para que Gigi entrara más en confianza, estaba tan confundida que no supo cómo reaccionar.
Al parecer, las dulces caricias sirvieron para hacerle confiar más en Asja, y Gigi sin pensarlo más tiempo, decidió mudarse a su casa.
En su nuevo hogar, Gigi dio un cambio total, se convirtió en una criatura llena de amor y quería estar siempre acurrucada. Además, se ponía de puntitas sobre sus patas traseras y levantaba su cabeza, con el fin de obtener caricias y que Asja le rascara su cabeza.
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Gigi se ha vuelto una gata completamente feliz y tierna, constantemente ronronea y amasa todo lo que encuentra a su paso para demostrar su felicidad. La mujer llevó a Gigi al veterinario donde la examinaron y la esterilizaron; no tiene problemas de salud y quedó lista para disfrutar su vida.
Aunque es muy pequeña para su edad de aproximadamente 8 meses, tiene una gran personalidad y ganas de vivir su vida al máximo.
Casi todos los días, a Gigi le gusta llevarle “regalos” a Asja, y al parecer esa es su forma de agradecerle por haberla ayudado. Cada vez que tiene la oportunidad, la dulce Gigi llena de besos y abrazos a su amiga, y no deja de demostrarle lo feliz que está.
Gigi ha dejado de ser una gatita tímida y sin hogar, para convertirse en una adorable mascota de interior, en la comodidad de un hogar para siempre. Por esta razón, siempre estará agradecida con su amiga Asja, y la mejor forma que tiene Gigi de agradecérselo es dándole mucho amor.