Maple, una adorable gatita calicó, fue rescatada de las calles justo después de dar a luz a su único bebé, un pequeño llamado Cider, la madre gata, quien aún estaba por dar a luz a otros dos felinos y su cría fueron llevados al centro de rescate Metro Animal Care and Control (MACC).
Jenn, una voluntaria de acogida, se hizo cargo de la gata y le dio un lugar para tener a sus gatitos. Por desgracia, únicamente Cider sobrevivió a pesar de los esfuerzos de Jenn. Aunque Maple se sentía confundida por todo lo que ocurría a su alrededor, se esforzó por cuidar del pequeño Cider.
Jenn le dijo a Love Meow:
“A pesar de lo que ha pasado con la pérdida de sus bebés, sigue siendo tan cariñosa y dulce. Maple y Cider tienen un vínculo tan especial y ella es una gran madre para él”.
Gata y su único bebé aceptan a otro felino
Con el tiempo, Maple se acostumbró a su nueva vida dentro de casa, cuidando de su bebé y disfrutando de golosinas y juguetes en su hogar. Maullaba a los pájaros a través de la ventana y se ponía felizmente boca arriba para recibir caricias de su madre de acogida.
Poco después, Jenn acogió a una gatita huérfana llamada Clove que necesitaba el amor y los cuidados de una madre.
Jenn cuenta:
“El increíble veterinario de MACC la llevó a casa para acogerla y se aseguró de que estuviera bien. (Cuando estuvo estable), el refugio me preguntó si estaría dispuesta a aceptarla, y pensé qué Maple podría ‘adoptarla’ en su pequeña familia”.
Inmediatamente, Cider aceptó a Clove como parte de su familia. Le daba dulces abrazos y compartía con ella todo lo que tenía. Maple se mantuvo alejada de la gatita durante unos días, pero finalmente cedió a su instinto maternal y empezó a cuidar de la felina como si fuera uno de sus bebés.
Cuando Clove llegó por primera vez, fue alimentada con biberón, así que ser amamantada por su nueva madre le resultó extraño. Cider le enseñó a hacerlo, pero finalmente a Clove le gustó más el biberón, pero seguía disfrutando de los mimos con Maple.
Jenn recuerda:
“Ella obtiene todos los beneficios familiares con acurrucarse y abrazarse (y acicalarse); sin embargo, come sola conmigo”.
Tres semanas después de instalarse, Clide empezó a crecer y a ser más juguetón. Disfrutaba correteando por todos los rincones de su casa y luego volvía junto a su madre para tomar un refrigerio antes de reanudar el juego.
Clove intentaba seguir el ritmo de su hermano y disfrutaba de los cuidados de Maple y Jenn. Por su parte, Maple también era feliz en su nueva vida jugando con sus bebés y recibiendo el cariño de la voluntaria.
Finalmente, Jenn dijo:
“No puedo esperar a que ella encuentre una increíble familia propia, para que pueda ser mimada y mimada, definitivamente se lo merece”.