Un ciudadano se encontró con dos pequeños gatitos que aparentemente estaban abandonados a su suerte. El hombre decidió esperar a que la madre felina regresara por los bebés, pero nunca regresó, así que debía hacer algo para poder ayudarlos.
Pronto se dio cuenta que los gatitos estaban en mal estado de salud y que necesitaban atención especializada, por lo que se comunicó con Patricia Lika.
La mujer es una madre adoptiva que vive en las Vegas, y cuando conoció la historia de los gatitos, decidió intervenir de manera inmediata.
Gatito abandonado después de su nacimiento prospera
Patricia dijo a Love Meow:
«Siempre recomendamos encarecidamente monitorear la situación sin quitarle a los bebés (a la madre), pero en esta situación, era obvio que teníamos que intervenir».
Ambos felinos eran muy pequeños, pero uno de ellos tenía la mitad del tamaño del otro, estaba por debajo del peso normal, ya que no se desarrolló completamente. Patricia colocó a Alexander y al pequeño Liam en una incubadora para poder regular su temperatura corporal y comenzó a alimentarlos las 24 horas del día.
El gatito más grande, Alexander, siempre se encargaba de abrazar a su hermano, de animarlo para salir adelante y de hacerle compañía todo el tiempo.
A pesar de todos los esfuerzos de Patricia, lamentablemente Liam no pudo sobrevivir y cruzó el puente del arcoíris.
Patricia agregó:
«Siempre recordaremos la fuerza de Liam a pesar de que su vida fue corta. Sabía que era muy querido y tuvo un gran impacto en muchos».
Por otro lado, Alexander estaba dispuesto a luchar con todas sus fuerzas, como si lo hiciera en honor a su difunto hermano y cada día avanzaba. Para que no se sintiera solo, Patricia le dio varios peluches y los puso alrededor de su incubadora para que se acurrucara.
Con buenos cuidados, mucha comida deliciosa y demasiado amor, el pequeño gato comenzó a abrir sus ojos y empezó a prosperar en su vida.
Patricia dijo:
«Empezó a aumentar de peso como debería y recién comenzó a convertirse en un niño regordete y saludable».
Cada vez que Patricia termina de alimentarlo, Alexander disfruta que lo acaricien y lo envuelvan en las sabanas como un burrito. Ha creado un vínculo especial con su cuidadora, pues es la única persona que ha visto desde que nació y la considera su madre.
Patricia comentó:
«Me encanta cuando me mira como si fuera su mamá, me derrite el corazón en pedazos. Le encanta acurrucarse en mis brazos».
El pequeño cada día se hace más fuerte y de a poco ha comenzado a caminar y quiere aprender a trepar.
Alexander sigue siendo muy pequeño para su edad, pero cuando escucha los maullidos de otros gatos, sus sentidos se activan y está ansioso por conocerlos.
Hace pocos días Alexander cumplió un mes y pronto se graduará de la incubadora y pasará a un corral espacioso donde aprenderá sus habilidades felinas.
Patricia agregó:
«La crianza de estos bebés vulnerables puede ser desgarrador a veces, pero también hay momentos como estos que te traen mucha felicidad».
El gatito se volvió un bicho muy ruidoso y su personalidad felina ha comenzado a emerger y solo espera el momento para socializar.
Gracias a todas las personas que lo ayudaron, Alexander tendrá una segunda oportunidad de vida, y seguramente encontrará un hogar amoroso para siempre.