La vida en las calles es muy difícil, sobre todo si eres un animal desamparado y necesitado En ocasiones tienen que superar muchas adversidades para poder sobrevivir, pero al parecer, un perro callejero que intentó robar un unicornio de peluche, pensó que su vida sería más fácil con la compañía de su amigo.
Los perros siempre han sido el mejor amigo del hombre, pero el protagonista de esta historia demuestra que un unicornio de color púrpura puede ser el mejor amigo de un perro.
El perrito llamado Sisu, quería obtener el juguete de peluche por encima de todo, incluso estaba dispuesto a robarlo si era necesario.
Perro callejero intentó robar un peluche
La semana anterior, Sisu intentó ingresar en repetidas oportunidades a una tienda de Dollar General, ubicada en Kenansville, Carolina del Norte, Estados Unidos. Sisu tenía una misión en su mente y era poder conseguir ese unicornio de peluche que tanto le había gustado; estaba encantado con el juguete.
Cada vez que un cliente salía de la tienda, el perro aprovechaba para entrar, pero siempre era sorprendido por algún empleado y le quitaba el juguete.
Sin embargo, Sisu no estaba dispuesto a rendirse, quería su peluche de alguna forma, por lo que seguía insistiendo en tomarlo.
Cuando se hizo muy evidente que el perrito no se rendiría, un empleado de la tienda decidió llamar a control de animales en busca de ayuda.
El personal de Duplin County Animal Services, atendió la llamada de la curiosa emergencia y decidieron ir a la tienda para arreglar el problema del perrito “delincuente”. Cuando llegaron al lugar los oficiales del control de animales, pudieron presenciar la curiosa escena y conocieron los relatos de los empleados.
Joe Newburn, supervisor de Duplin County Animal Services, dijo a People:
«Fue directamente por el unicornio, el mismo cada vez. Fue tan extraño, una de las llamadas más extrañas con las que he tenido que lidiar».
El dulce perro estaba obsesionado con el unicornio de peluche y los empleados de la tienda ya habían hecho lo posible por evitar que se lo llevara. Pero, Sisu seguía esperando su oportunidad, por lo que tuvieron que tomar otras medidas de seguridad para tratar de impedir el plan del perrito.
Joe dijo a The Dodo:
«Finalmente, tuvieron que cerrar la puerta con llave y no dejarlo entrar. Cuando mi oficial llegó descubrió que quería mucho el unicornio».
Samantha Lane, la oficial encargada de atender el caso, estaba sorprendida y conmovida con la actitud del perro, tanto que decidió comprarle el peluche.
Una vez que obtuvo su anhelado juguete, Sisu salió feliz de la tienda junto a Samantha, para dirigirse a las instalaciones de un refugio de animales. No se sabe cuál era la razón por la que Sisu estaba tan obsesionado con el peluche, pero se cree que puede estar asociado a su antiguo hogar.
Ahora, el perro de un año tiene el juguete de sus sueños, y casi nunca se aparta de su lado.
Joe comentó:
«Siempre está con el peluche. La única vez que no se mete con él es cuando se ensucia. Pero una vez que lo lavan y lo limpian, vuelve a ser su compañero».
El refugio decidió publicar en su Facebook una foto de Sisu con el unicornio, acompañado de una leyenda que resumía lo que sucedió.
La leyenda de la publicación dice:
«Esto es lo que sucede cuando ingresas al Dollar General constantemente para robar el unicornio púrpura que te gusta, pero luego llaman al control de animales para encerrarte por tú B & E y robo, pero el oficial compra tu artículo y te marchas con él».
La curiosa historia publicada en Internet, logró robarse la atención de muchas personas que se conmovieron al conocer sobre el dulce ladrón de peluches. El refugio también aprovechó para publicar otras fotos de Sisu con su unicornio, describiendo su personalidad y dando información para posibles adoptantes.
Además de ser “cleptómano”, es un chico muy dulce e inteligente, obediente con los humanos y entiende las ordenes básicas de comportamiento.
Pronto, cientos de solicitudes de adopción comenzaron a llegar al refugio, ya que muchas personas estaban interesadas en adoptar a Sisu y su peluche.
Como era de esperarse, Sisu y su compañero de peluche finalmente encontraron un hogar para siempre y ahora disfrutan de su nueva vida.