Una camada de pequeños gatitos encontrados cubiertos de hielo debido a las fuertes temperaturas en Virginia, Estados Unidos, fueron recatados y están prosperando de la mejor manera para convertirse en los mejores gatos de interior.
Un trabajador de una propiedad rural de la zona, descubrió a los pequeños bebés abandonados en un nido improvisado, sin ningún rastro de la madre. Los gatitos estaban completamente helados y cubiertos de hielo, por lo que el trabajador decidió llevarlos a su casa para ayudarlos.
Luego, decidió contactar a un grupo de rescate de animales local, para que lo ayudaran con los gatitos rescatados y pudieran brindare la atención necesaria.
Gatitos encontrados cubiertos de hielo prosperan
El trabajador mantuvo a los pequeños felinos calientes mientras la ayuda llegaba; era evidente que los bebés tenían muchas ganas de vivir.
El grupo llegó a lugar y supo que los gatitos necesitaban cuidados especializados, por lo que contactaron a los colegas de Animal Welfare League of Arlington.
Debido a que los pequeños estaban cubiertos de hielo y que su madre no se veía por ningún lado, llegaron a la conclusión de que los abandonados recién nacidos.
Penny Richards, una voluntaria de acogida de Animal Welfare, se hizo cargo de los cinco gatitos y los llevó a su casa para cuidarlos.
De manera sorprendente, los cinco recién nacidos pudieron sobrevivir a las fuertes condiciones del clima que amenazaron su vida.
En la casa de Penny, los cinco pequeños llamados: Jameson, Jäger, Kahlua, Hennessy y Morgan, estuvieron todo el tiempo en una incubadora para mantenerlos calientes. Dentro del cómodo nido construido, les pusieron un juguete de peluche para que se pudieran acurrucar y se sintieran acompañados.
Penny dijo a Love Meow:
«Estaban muy ansiosos, tomaron bien el biberón, lo cual fue un gran alivio. Dos de ellos tenían infecciones bacterianas graves en el intestino, pero no tenían otro problema. Cuando pasó una semana, sabía que estarían bien».
Luego de cada jornada de alimentación, los pequeños insistían en tener una larga sesión de descanso en el regazo de sus cuidadores.
Pronto descubrieron cómo rodar de espaldas, y mostraban sus barrigas llenas que adquirían con la buena alimentación suministrada por sus padres de acogida. Sus ojos comenzaron a abrirse y sus oídos empezaron a ser más sensibles, entonces, los gatitos se estaban familiarizando cada vez más con su entorno.
Cuando sus patitas tuvieron la suficiente fuerza para sostener sus cuerpos, los pequeños se pusieron en movimiento y empezaron a explorar todo el lugar.
Penny comentó:
«Todos se estaban volviendo más activos. Caminaban, rodaban por todos lados e incluso comenzaban a jugar entre ellos».
Pero lo que realmente amaban los dulces felinos, era pasar tiempo con sus cuidadores humanos (la familia de Penny), querían permanecer en su regazo. Poco a poco los pequeños se hacían más fuertes y daban caminatas con fines aventureros por toda la habitación, especialmente a la hora de comer.
Los miembros de la familia de Penny estaban dispuestos a ayudar a los gatitos, sobre todo a la hora de socializar, por lo que donaban su tiempo. Por lo general, los cinco felinos se iban directamente hacia el pequeño Aaron, cuando terminaban de comer y se acostaban en su regazo.
Cuando uno de ellos decidía posarse en un regazo, los demás de forma inmediata lo imitaban, se habían vuelto una adorable pandilla cargada de amor. Penny estableció un vínculo con Morgan, el pequeño insistía en ser su supervisor cada vez que alimentaba a sus hermanos y se posaba en su hombro.
A medida que iban creciendo, la personalidad de los cinco gatitos iba saliendo a flote y su obsesión por acurrucarse en el regazo aumentaba.
Penny dijo:
«Se acurrucan constantemente y ronronean todo el tiempo. Son las cositas más dulces».
Después de varias semanas de cuidados, los dos pequeños que tenían problemas digestivos sanaron muy bien, y continuaron con su feliz vida. Los felinos saltan, juegan y crean todo tipo de travesuras, y cuando escuchan la voz de Penny, corren maullando, y se posan en su regazo.
La hermosa camada cumplirá seis semanas de edad este viernes, y gracias a todos los cuidados, han logrado crecer y prosperar a pasos agigantados. Los gatitos ya han aprendido a comer solos, pero esto no quiere decir que dejarán su rutina de descansar en el regazo de sus cuidadores.
Los cinco han recorrido un difícil camino desde que fueron encontrados cubiertos de hielo, pero afortunadamente están prosperando y tienen un futuro prometedor.