Molly, una particular urraca rescatada en la localidad de Coomera, Queensland en Australia, tiene sorprendidos a muchos luego de que comenzó a ladrar como un perro, después de ser rescatada y adoptada por una encantadora perrita llamada Peggy que cree que es su madre.
Juliette Wells y su esposo Reece, encontraron al ave en un parque para perros cerca de su casa y decidieron hacerla parte de su familia. Juliette recuerda que, cuando Molly llegó a su hogar, Peggy no parecía muy segura sobre si le agradaba el nuevo integrante emplumado.
Pero al poco tiempo, la adorable perrita comenzó a producir leche para el ave, lo que la ayudó a mantenerse con vida. Desde entonces, la Staffordshire bull terrier, ha cuidado de Molly como su propio cachorro.
Urraca rescatada quiere a una perrita como su madre
Juliette le dijo a NEWS:
«Lo que más les gusta hacer juntos es tomar el sol. A Peggy le encanta y Molly simplemente abre sus alas y se quedan ahí juntos. Juegan a la pelota juntos, a los dos les encantan los juguetes y realmente solo pasan el rato, se acurrucan juntos».
Cuando la pareja llegó a casa con la urraca no tenían idea sobre qué hacer para ayudarla, por suerte se contactaron con un especialista en vida silvestre que les indicó cómo cuidarla correctamente.
Molly durmió las primeras 24 horas, parecía estar muy agotada y su nueva familia llegó a pensar que no lo lograría.
La familia se dedicó a su cuidado y comenzaron a alimentarla y a suministrarle agua a través de un gotero, mientras Peggy supervisaba todos sus movimientos para asegurarse de que estuviera bien.
Al paso de una semana, Molly parecía estar recuperada gracias a los cuidados de sus padres adoptivos y todo el amor que Peggy le ofrecía. La perrita necesitaba un bebé a quien cuidar y Molly estaba feliz de convertirse en su pequeña hija emplumada, ambas crearon un dulce vínculo.
Juliette cuenta:
«Su relación ciertamente es bastante única. Comenzó hace aproximadamente un año, cuando trajimos a esta urraca abandonada a casa y la cuidamos hasta que recuperó la salud».
Como resultado de ser cuidada por una perrita, la curiosa Molly ha comenzado a adquirir algunos hábitos caninos, e incluso empezó a ladrar como su «madre adoptiva». Aunque es algo extraño la urraca ha logrado imitar los sonidos de Peggy a la perfección.
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Juliette agregó:
«Empezamos a notar que Molly estaba ladrando en abril de este año».
Peggy tuvo una camada de adorables cachorritos que al igual que su madre mantienen una hermosa relación con el ave. La familia recuerda que cuando nacieron los cachorros estaban bastante preocupados por lo que podría ocurrir con su relación, pero este par de amigos solo se unió aún más.
Cuando Molly empezó a ladrar, la familia creyó que se trataba de Peggy en realidad, pero todos quedaron sorprendidos cuando vieron a la urraca emitiendo los sonidos de un perro sin ningún problema. Desde entonces, Molly suele ladrar varias veces al día, dependiendo de la situación que esté ocurriendo.
La familia comprende que Molly considera como un comportamiento normal ladrar para alertar si algo extraño está ocurriendo. Ella solo imita lo que Peggy suele hacer normalmente.
Algo increíble para esta familia es ver a su canina en estos momentos, ya que antes de conocer a Molly, Peggy solía tener temor a las aves, pero por alguna razón todo cambio al conocer a la urraca.
Luego de compartir junto a Peggy tantos momentos, la urraca está realmente apegada a la que considera su madre y no quiere alejarse de su lado un instante.
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En una entrevista con Daily Mail, Juliette dijo:
«Siempre dejamos todas las puertas y ventanas abiertas y hemos intentado que vuelva a volar a la naturaleza, pero no tiene ningún interés en dejarnos. Le hemos estado enseñando a atrapar sus propios gusanos y lagartijas. Pero ella realmente cree que es un perro, corre detrás de Peggy. Tienen su propio pequeño lenguaje y se hablan entre ellos. Es tan divertido de ver. Nunca había visto nada igual. Los animales son asombrosos».
La mujer asegura que Molly no parece tener planes de volar lejos pronto, ella es feliz junto a su familia y su madre adoptiva. Incluso duerme cerca de la barra de la cortina en el dormitorio, mientras que Peggy duerme en su cama.
Finalmente, Juliette agregó:
«Están juntos desde el momento en que se despiertan hasta que se van a dormir. Entonces se abrazan y juegan todo el día. Es tan hermoso verlos juntos. Definitivamente tienen un vínculo tipo madre-hija. Estamos impresionados por su relación, han traído tanta alegría a nuestras vidas».