En Charlotte, Carolina del Norte (Estados Unidos) vive una hermosa perrita de raza pastor australiano de siete años de edad llamada Ivy; es toda un artista. Esta peluda aprendió a pintar cuadros con pintura acrílica todo por una buena causa; ella vende sus cuadros para recaudar dinero para la caridad y así apoyar lugares afectados por el COVID-19.
Lisa Kite, una enfermera jubilada dice que su perrita es toda una genio, según Southern Living la mujer comentó que también sabe abrir y cerrar puertas, tomar cosas de la nevera y además ¡juega jenga!
Perro pintor vende sus cuadros y recauda dinero para caridad
Ivy inició su gusto por el arte y la pintura cuando su mamá le enseñó un pincel que ella misma diseñó para que pudiera sostenerlo con su boca, desde ese momento está muy ocupada pintando y en verdad lo disfruta mucho.
Lisa dijo:
«Ella es muy obstinada sobre lo que quiere hacer. A veces digo: ‘No añadas mucho de ese color. Solo pon un poco». Pero ella agarra un cepillo y se vuelve loca con él».
Lisa cuenta que a Ivy suele gustarle mucho el color azul, lo que tiene sentido, ya que los perros pueden ver colores, aunque no distinguen la misma gama cromática que los humanos; ellos tienen mayor facilidad que nosotros para distinguir movimiento, y también para ver cuando hay poca luz.
Según Charlotte Agenda Ivy trabaja usando un color cada día al pintar, esto es una técnica que ella y su madre tienen para hace ver a su obra como arte abstracto, lo que aprendieron al consultar con un artista. Ivy suele firmar sus pinturas usando el color naranja estampado con su patita.
Esta peluda artista puede tardar entre 3 a 4 semanas en terminar una de sus pinturas y sus obras pueden ser vendidas hasta por 500 dólares, claro que todo lo recaudado es donado a la caridad. A la fecha, Lisa e Ivy han vendido cerca de 600 a 700 pinturas a traves de Instagram.
Gracias a esta noble labor, se han podido comprar 2.000 libras de alimento para un banco de alimentos local llamado Second Harvest Food Bank of Metrolina. Su talento ha sido de gran ayuda para calmar el hambre de muchos otros peludos.
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El horario de pintura de Ivy es limitado, ella suele descansar los lunes como técnica para evitar el agotamiento.
Ivy disfruta mucho pintar y su creatividad surge al ver el pincel y el lienzo. Cuando su madre hace ‘click’, Ivy sabe que debe entregar el pincel y como recompensa a su esfuerzo y talento recibe una golosina.
Lo mejor de todo es que esta increíble perrita se divierte mucho cada vez que crea un nuevo cuadro y lo hace con un muy noble propósito. Si quieres conocer más acerca de Ivy y sus obras de arte puedes visitarla en Instagram.