Los animales tienen la intuición suficiente para saber cuándo un lugar es seguro para vivir, y al parecer casi nunca se equivocan, como este pequeño zorro que llegó un día al jardín de Emma Thompson y decidió quedarse.
Un día, Emma se encontraba en su oficina personal trabajando arduamente, y decidió abrir la puerta de la cocina para que entrara algo de aire. En ese momento, tuvo la sensación de que no estaba sola y sintió que alguien la observaba, cuando de repente pudo notar que algo se movía rápidamente.
Emma dijo a The Dodo:
«Por el rabillo del ojo vi algo naranja que se movía junto a mi pierna; al mismo tiempo, me vio y salió corriendo por la puerta».
Pequeño zorro descubre un agradable patio

Se trataba de un pequeño zorro que estaba merodeando el jardín y decidió entrar para explorar por completo todo el lugar. Ese día fue la primera vez que la mujer vio a Foxy, pero desde entonces comenzó a aparecer en su jardín todos los días.
Al parecer, Foxy se había criado en el jardín de un vecino, pero el hombre no era muy amante de los zorros y decidió destruir su guarida.

Foxy no tenía a donde ir, y mientras buscaba desesperadamente un nuevo lugar seguro para vivir, se encontró con el jardín de la mujer.
Emma no se sintió incomoda con la presencia del amigable animalito, así que Foxy decidió quedarse y convertirse en el nuevo dueño del jardín.

Desde ese día, Foxy permanece en el jardín de la mujer, y desde la distancia disfrutan pasando el rato, observando lo que hace cada uno.
El pequeño animalito no tardó mucho tiempo en adaptarse a su nuevo hogar, y ahora actúa como si siempre hubiera sido su casa. Es tanta la comodidad de Foxy que, toma la siesta en el sofá del patio, se junta con los gatos y, en ocasiones, entra a la casa y se roba los zapatos de Emma.

Después de asegurarse de que este era el lugar perfecto para pasar el rato, Foxy decidió traer a su hermana para que disfrute de las comodidades. Ahora, ambos están completamente apropiados del jardín y lo tratan como si fuera su propio patio de recreo personal y lo disfrutan al máximo.
Sin embargo, aunque la mujer no le incomoda está situación, ambos animales se estaban colando en la casa, por lo que decidió arreglar la puerta para gatos.

La puerta quedó más difícil para usar y los dos zorritos no podían entrar, pero parece que a Foxy no le gustó mucho la solución.
Emma comentó:
«No me importaba que entrara cuando sabía dónde estaba, pero no quería que corriera por la noche y robara mis cosas. Así que decidí reemplazarlo. Ahora no importa cuánto lo intente, la solapa no se abre».
La mujer es consciente de que Foxy y su hermana son animales salvajes, por lo que intenta mantener la distancia para evitar que se vuelvan dependientes.

Pero parece que Foxy tiene otros planes y siempre trata de acercarse un poco para obtener otra clase de beneficios, como un poco de comida.
Emma agregó:
«Nunca los he acariciado, pero Foxy me ha olfateado muchas veces y en una ocasión enroscó su cola alrededor de mis piernas».
Aunque la mujer aclara que los zorritos siguen desconfiando de los humanos, pues corren si se mueve demasiado rápido o levanta la voz.

Foxy y su hermana tienen aproximadamente 4 meses de edad, aún son muy pequeños, por lo que siempre quieren estar tranquilos y seguros. Ellos solo buscaban un lugar seguro para crecer y ser ellos mismos, por suerte, encontraron el lugar perfecto para hacerlo.
Emma dijo:
«COVID significa que estoy trabajando desde casa. Tomar fotos y videos de ellos en mi jardín es mi pasatiempo preferido».

Sin duda, Emma se siente muy honrada de que Foxy hubiera elegido su jardín como un lugar seguro y seguirá disfrutando de su compañía.
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