Mientras Emily y Dylan buscaban comprar una propiedad, se toparon con el lugar ideal. Ellos quedaron encantados con una casa de campo, pero antes de comprar el lugar el agente de bienes raíces les advirtió que allí habitaban cerca de 16 gatos ferales, que ellos no podían atrapar y que venían incluidos con la propiedad.
La pareja, que es amante de los animales, no le vio problema a esto y decidió comprar la propiedad, con todo y gatitos. Ya en la vivienda, Emily y Dylan se dieron a la tarea de ganar la confianza de los felinos, así que se sentaban en la entrada de la casa y dejaban golosinas para los desconfiados gatos.
Con el tiempo, empezaron a agregar más y más cosas, como hierva gatera y juguetes. Al punto de que, cuando la pareja llegaba a casa, todos los gatos los esperaban en la entrada en busca de más comida y diversión.
Pareja compró una casa que venía con 16 gatos
Al haberse ganado rápidamente el cariño de los gatos, la pareja encontró la oportunidad para vacunarlos y esterilizarlos a todos. Además de eso, decidieron ponerse como meta remodelar un cobertizo que no tenía puertas ni ventanas, ya que la familia felina necesitaba un lugar cálido y seguro donde vivir.
Emily escribió en su cuenta de Instagram:
«Debo ser honesta… cuando nos mudamos por primera vez no estaba contenta con todos los gatos de granero que se quedaron atrás. Nunca antes había tenido un gato, y mucho menos 15. Avancé rápido 7 meses después y amo a mis gatitos. Hay 3 que ahora puedo acariciar y sostener y todos se han vuelto mucho más cómodos conmigo solo estando cerca».
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Emily y Dylan instalaron diferentes camas cómodas para gatos, pusieron calefacción para combatir el excesivo frío y acomodaron adorables casitas con rutas de escape, algo que, en definitiva, a los gatos les encantó.
Ya ha pasado un tiempo desde que la pareja se mudó a la propiedad, y mucho ha cambiado allí. Ahora solo recuerdan cuando llegaron a la vivienda y se toparon con un grupo muy esquivo de gatos ferales, hoy en día, estos gatos ya hacen parte de la familia, se acercan y buscan atención, y a sus padres adoptivos incluso en ocasiones se le olvida que estos solían ser gatos salvajes.
Por lo pronto, la pareja continuará con sus ideas para seguir acondicionando el lugar y hacer que la vida de estos gatos sea lo más cómoda posible, mientras que, por su parte, los felinos siguen disfrutando de la naturaleza que rodea la propiedad.
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Si deseas seguir las aventuras de esta familia de gatos, puedes visitar la cuenta de Instagram de Emily.