Un gato demacrado de 4 años apareció en un vecindario en busca de comida. Su pelaje sucio mostraba signos de abandono y su frágil cuerpo revelaba que su vida era difícil. Tras intentar ganarse la confianza de este tímido felino, un compasivo rescatista tuvo finalmente éxito, lo puso a salvo y lo llevó enseguida al veterinario.
Como no encontraron a su dueño y se acercaba el día de San Valentín, lo llamaron cariñosamente Romeo y se pusieron en contacto con Sparkle Cat Rescue para solicitar su ayuda.
Después de ser esterilizado y de un examen exhaustivo, Romeo fue llevado a un hogar de acogida para que empezara a socializarse con la esperanza de encontrar una familia que lo adore. Por desgracia, antes de ser rescatado, al vivir solo en el exterior, dio positivo en la prueba del VIF (virus de inmunodeficiencia felina).
Gato rescatado no quería a otros gatos hasta que conoció a esta gatita
Sparkle Cat Rescue dijo a Love Meow:
“Los gatos VIF pueden vivir en la misma casa con gatos que no son VIF siempre que se lleven bien. Es un tipo fornido gracias a la amabilidad de la señora y su vecina que lo han estado cuidando durante los últimos meses”.
Desde el principio, Romeo fue un verdadero gato de interior. Estaba sediento de atención y amor por parte de sus humanos, y a menudo se estiraba en su regazo para disfrutar de todo el cariño que le proporcionaban. Su naturaleza acogedora también lo convertía en un anfitrión ideal, siempre dispuesto a saludar y entretener a cualquier visitante que pasara por allí.
Enseguida se hizo evidente que Romeo se sentía amenazado por la presencia de otros gatos. Creía que se inmiscuían en su territorio y que habría que enfrentarse a ellos como a cualquier otro obstáculo al que se enfrentaba cuando vivía en la calle.
El personal del centro de rescate dijo:
“Le ha costado más encontrar un hogar porque no se lleva bien con todos los gatos, pero es muy cariñoso con los humanos”.
Cuando pensaron que Romeo sería el gato solitario de su casa, una diminuta gatita llamada Carmella alteró todo eso. No tenía ni un año cuando la encontraron merodeando por el patio trasero de alguien, y su presencia lo cambió todo para él.
Sparkle Cat Rescue agregó:
“Se hizo sentir como en casa allí, y no hubo suerte para encontrar un dueño”.
Durante su estancia en la casa de acogida, en las semanas siguientes, Carmella empezó a ganar el peso que tanto necesitaba e incluso se convirtió en una experta en amasar. Es una gata cariñosa, que no solo se lleva bien con todos los demás gatos, sino que, cuando se familiariza con alguien, ¡no hay quien le impida saltar a su regazo y pedirte mimos!
Cuando Romeo oyó a la nueva gatita, sintió curiosidad de inmediato. Carmella desprendía seguridad sin invadir su espacio y fue entonces cuando empezó a gestarse algo trascendental entre ellos. Desde el primer día en que se conocieron, Romeo se enamoró perdidamente de Carmella
En lugar de rechazarla, recibió a Carmella «con los brazos abiertos» y la animó a jugar. Para incitarla a unirse a la diversión, correteó por la habitación como si fueran dos gatitos persiguiéndose la cola. Fue entrañable presenciar su amabilidad hacia otro felino.
El refugio dijo:
“Romeo ha encontrado a su ‘Julieta’. No se ha preocupado por la mayoría de los otros gatos hasta que conoció a Carmella. Ella lo tiene pateando los talones y actuando como un loco corriendo persiguiéndola”.
Romeo siente una devoción apasionada por Carmella, y ahora los dos son inseparables. Nunca se ha encontrado con un gato con el que disfrute tanto como con ella, así que no es de extrañar que su vínculo siga haciéndose más fuerte cada día. El personal del centro de rescate espera que sean adoptados juntos; al fin y al cabo, ¿quién podría negarse a una pareja tan adorable?
Finalmente, Sparkle Cat Rescue dijo:
“Creemos que existe el hogar perfecto que quiere dos dulces gatitos como ellos. Ambos son cariñosos con las personas, especialmente Romeo. Quien los adopte se sentirá doblemente honrado al recibir a este par en su corazón y en su hogar”.