Steph y Francis se encontraban descansando en el patio de su casa en Montreal, Canadá, cuando de repente observaron a un gato mayor que estaba buscando comida. En ese momento el gato le recordó a uno de sus gatitos llamado Pruno, por lo que decidieron llamar cariñosamente al felino atigrado, Granpruno.
Cuando salieron para ver cómo estaba el gatito, no dudó en acercarse y corrió hacía la pareja con mucha tranquilidad para recibir un poco de amor.
Celime Crome, de Chatons Orphelins Montréal, dijo a Love Meow:
«Estaba buscando acurrucarse y estaba feliz de recibir algo de atención. Se acercó a la pareja tan pronto como lo llamaron».
Gato regresa con un pareja que lo ayudó
La pareja creía que el gato tenía familia, así que decidieron dejarle un poco de comida y agua afuera mientras vigilaban todos sus movimientos.
Granpruno continúo visitando el patio de la pareja para recibir comida y caricias por unos días más, pero luego no regresó por varias semanas.
Celine añadió:
«Lo buscaban en el patio todos los días. Una noche, cuando estaban sacando la basura, se sorprendieron al encontrarlo revolviendo la basura, y no se veía bien».
El gato estaba muy débil y delgado, parecía como si no hubiera comido por muchos días, pero cuando vio a la pareja caminó hacia ellos.
Parecía que estaba muy feliz de volver a encontrarse con la pareja, por lo que ellos decidieron recogerlo y llevarlo al interior de su hogar. Granpruno no dudó en comerse toda la comida que le sirvieron, y pronto se dieron cuenta que el gato había sido abandonado y necesitaba atención médica.
Por suerte, la pareja son voluntarios del refugio Chatons Orphelins Montréal, por ello lo llevaron a las instalaciones en busca de ayuda.
Luego de una revisión médica, el veterinario estimó que tenía 9 años, y que padecía hipertiroidismo, así que empezaron un tratamiento para sus problemas. Luego regresó con Steph y Francis, quienes decidieron adoptarlo para siempre, y en pocos minutos encontró su lugar principal en su pequeña cama.
Granpruno continúa siendo un gatito muy amigable y una vez que los tratamientos hicieron efecto se puso de pie y estaba listo para recibir amor.
Sus problemas de salud se han estabilizado, y con un techo sobre su cabeza Granpruno se está divirtiendo como un verdadero gato de interior. Él siempre está cerca de sus humanos, y los sigue a todas partes para vigilar lo que hacen a su alrededor.
Al principio, Granpruno no confiaba mucho en la gente y le tenía miedo a los transportadores, pero ahora tiene mucha confianza y vive su vida al máximo.
Celine comentó:
«Steph me llamó y me dijo que Granpruno está feliz con ellos. Su salud está bajo control y les gustaría estar a su lado por el resto de su vida. Lloré lágrimas de felicidad».
Después de tener una vida difícil y sobrevivir en las calles, Granpruno está en el lugar indicado para empezar una vida llena de mucho amor.