Una rescatista de animales se encontraba trabajando en un proyecto para atrapar, castrar y devolver a varios gatitos de una colonia de gatos sin hogar en Carolina del Norte, Estados Unidos. De repente, observó que dos gatitos caminaban juntos en varias ocasiones, así que decidió ponerlos a salvo junto con otros gatos antes de que empezara el invierno.
La mujer llevó a ambos gatos a una clínica veterinaria local en jaulas separadas, para que evaluaran su estado de salud y empezaran un tratamiento.
Una vez allí, decidieron contactar a Sarah Kelly, fundadora de Murphy’s Law Animal Rescue, para que los ayudara con los dos gatitos.
Gatitos que esperaban una oportunidad son muy felices
Sarah dijo a Love Meow:
«Cuando llegamos allí, los vimos en sus jaulas uno al lado del otro, nos enamoramos de sus personalidades. Gus, el mayor (7 meses) estaba tan tranquilo, sentado, ronroneando, mientras Spencer (de unos 4 meses) trataba de salir y llamar la atención».
El pequeño Spencer no paraba de dar vueltas y maullaba desesperadamente mientras extendía su patita hacía Sarah, como si fuera su mascota.
Ambos gatitos dejaron claro desde el principio que estaban ansiosos por llamar la atención y que estaban felices de no tener que regresar a las calles.
Sara añadió:
«Decidimos ponerlos en un solo transportador, basándonos en cómo les estaba yendo en jaulas uno al lado del otro, y fue la mejor decisión».
Casi de forma inmediata, Gus, empezó a limpiar a Spencer como lo haría un hermano mayor, le limpió la cara y lo llenó de amor. Luego Spencer se acurrucó junto a él, rodó por unos minutos y se quedaron dormidos durante todo el camino a su nuevo hogar de acogida.
Sarah dijo:
«Están muy unidos, lo que nos sorprendió por ser dos gatos jóvenes que no son hermanos biológicos, pero son increíblemente cercanos… lo cual es muy especial».
Los dos gatitos rescatados no tardaron en adaptarse a su nuevo hogar, allí los limpiaron y los trataron para combatir los gusanos y pulgas. Gus y Spencer estaban encantados de recibir tanta atención, pero decidieron pasar toda la tarde acurrucados cómodamente y acicalándose entre ellos.
Los gatitos siempre están cerca el uno del otro, nunca se pierden de vista, y lo más curioso es que nunca toman la siesta solos.
Los gatitos fueron examinados y castrados, luego regresaron a casa ronroneando y demostraron que estaban listos para seguir recibiendo un poco de amor.
Gus se caracteriza por ser el gato más protector, aunque a veces es feliz de tener una mano cariñosa para sostener y poder abrazar. Por otro lado, Spencer siempre busca más atención y es más travieso, aunque en términos generales ambos gatitos son amantes de las caricias.
Sarah comentó:
«Estos dos, aunque no son de la misma camada, ya que uno es mayor que el otro, están claramente relacionados».
Sabiendo el vínculo especial que comparten ambos gatitos, Murphy’s Law Animal Rescue espera poder encontrarles un hogar donde puedan estar juntos para siempre.
Por ahora, sus cuidadores están muy contentos de darle a los gatitos una segunda oportunidad, y solo esperan que encuentren pronto a la familia indicada.