Shelbi Uyehara, fundadora de Jin Bottle Babies, un centro de rescate de gatitos en Arizona, Estados Unidos, se mudó a su nuevo hogar, y notaron una casa cercana que al parecer tenía muchos gatos merodeando a su alrededor. De inmediato, Shelbi se comunicó con el dueño de la casa, para que aprendieran más sobre los gatos del vecindario, esterilizarlos, castrarlos y brindarles la atención médica que les hacía falta.
Mientras la pareja estaba renovando su casa, una gatita comenzó a visitar su entrada y los alrededores de la vivienda. Al parecer, acababa de dar a luz a una camada de gatitos en el patio delantero de la casa vecina.
Shelbi le dijo a Love Meow:
“Había entre 30 y 40 gatos que necesitaban ser atendidos y algunas gatas estaban embarazadas”.
Gato salta la cerca para unirse a camada de gatitos más pequeños
Para Shelbi, era inusual ver que una madre lactante pasara tanto tiempo lejos de sus recién nacidos. Por ese mismo tiempo, Shelbi se enteró de otro gatito naranja llamado Red, que al parecer provenía de una litera separada en el patio trasero. Cuando el atigrado escuchó el llanto de los nuevos gatitos, saltó la cerca y decidió unirse al grupo.
Shelbi cuenta:
«Red estaba saltando detrás de ellos, jugando con sus colas».
Cuando se dieron cuenta de que la madre había dejado de alimentar a sus bebés, decidieron intervenir. Los gatitos lloraban por hambre y a falta de su mamá, pero por suerte Red llegó corriendo hasta ellos.
Todo parece indicar que Red estaba con los bebés desde el día en que se subió a la cerca. Cuando Shelbi recogió la litera, de inmediato supo que Red debia ir con ellos a casa.
Shelbi agregó:
«Terminamos tan rápido como pudimos nuestra casa, para poder mudarlos. Cuando nuestra casa estuvo lo suficientemente lista, teníamos un lugar para que Red y los cuatro gatitos negros entraran. No podía dejar que se quedara afuera allí sin ellos».
Los gatitos tenían los ojos cubiertos de costras y estaban de muy bajo peso, sin embargo, después de 24 horas de cuidados, finalmente tenían la barriga llena, estaban limpios y se veían mucho mejor, ahora descansaban en una cálida cama.
Por su parte, Red continuó cuidando de los gatitos más pequeños llamados: Coral, Mamba, King y Viper; enseñándoles a jugar y cuidando de ellos cuando dormían la siesta.
Jen, una voluntaria del centro de rescate, se hizo cargo de la crianza de los felinos mientras continuaban su proceso y encontraban un hogar definitivo. Rápidamente, fue aceptada por el dulce atigrado naranja y sus abrazos.
Jen compartió:
“Solo quiere amor y me sigue por la habitación mientras limpio, frotándome las piernas. Y es tan lindo con los bebés”.
Hasta ese momento, 36 gatos del vecindario, entre ellos la mamá de los gatitos, han sido esterilizados y castrados gracias al apoyo del centro de rescate y la comunidad.
Shelbi dice:
“Me hace sentir como si esta fuera la casa que se suponía que debíamos comprar y me hace sentir como si realmente estuviéramos en casa y donde se supone que debemos estar».
Finalmente, Shelbi dijo:
“Estos cinco están tan felices de ser gatitos de interior. Por ser un gatito mayor en su adolescencia (felina), Red es un niño ángel. Uno pensaría que su marcada diferencia de edad plantearía un problema, pero Red está tan feliz de pasar el rato con sus amiguitos. Realmente ha sido algo lindo, dulce y único de ver».