Mientras Severin y Nicole viajaban por Croacia en su camioneta, su viaje dio un giro inesperado; la pareja se hizo amiga de una gatita sin hogar y decidieron comprar comida para gatos. Pero fue un poco difícil encontrar un supermercado que estuviera abierto a esas horas, ya que había caído la noche.
Mientras caminaban por un complejo de apartamentos abandonado, escucharon unos pequeños maullidos muy cerca. La pequeña gatita saltó velozmente sobre el regazo de Nicole y comenzó a frotarse contra sus brazos hasta acomodarse debajo de la chaqueta de la mujer como si supiera que era el lugar al que pertenecía.
Severin le dijo a Love Meow:
«Nos dimos la vuelta y vimos un gatito negro muy pequeño corriendo hacia nosotros. No pudimos encontrar a nadie ni a una madre gata en ese lugar y el gatito necesitaba ayuda, especialmente comida».
Gatita llegó corriendo hacia una pareja que viajaba
La pequeña felina estaba hambrienta y anhelaba recibir amor. Se aferró a Nicole todo el tiempo mientras buscaban el supermercado para comprar algo de alimento.
Severin recuerda:
«Tenía tanta hambre que trató de comerse el paquete (antes de que pudiéramos abrirlo)».
Luego de comer hasta saciarse, la pareja llevó a la gatita hasta su camioneta. No pudieron encontrar al gato callejero que conocieron inicialmente y por quien fueron en busca de croquetas, pero terminaron con una felina diminuta que no dejaba de aferrarse a ellos.
La pareja dice:
«Se durmió en los brazos de Nicole y se sintió cómoda y segura. No podíamos imaginar qué le habría pasado a esta bebé si no la hubiéramos encontrado».
Al día siguiente, regresaron al lugar donde encontraron a la gatita, pero no haba una madre gata esperándola. Luego de visitar un refugio de animales y una clínica veterinaria, estaba claro que la gatita no tenía un hogar.
Severin agregó:
«Decidimos conservarla y llamarla Molin por ‘molim’, que significa ‘por favor’ en croata. Molin nos eligió como sus nuevos padres, así que venía con nosotros (a nuestro próximo destino)».
Cuando estuvieron en Albania, la pareja decidió llevar a Molin a dar un paseo por la playa y la pequeña felina los sorprendió manteniendo el ritmo y siguiéndolos de cerca.
Severin recuerda:
«Nos dimos cuenta de que nos seguiría a todas partes. Es como un perro que necesita mucha atención y quiere estar cerca de nosotros en todo momento. Le encanta salir a caminar con nosotros, jugar en la arena y llevar palos de madera a nuestra camioneta».
La gatita ha viajado junto a su familia por ocho países durante estos meses. Está decidida a vivir cualquier aventura junto a sus padres adoptivos, y siempre se acurruca a su lado al final del día, ronroneando alegremente para dormir.
El padre adoptivo de Molin dice:
«Está tan emocionada de ver nuevos lugares y duerme en cada viaje en automóvil. La camioneta es como una cueva mágica que la transporta a un nuevo lugar casi todos los días».
Molin tiene su propia rutina, ella se despierta a las siete de la mañana y salta alrededor de la cama, actuando como el despertador de sus padres. Lleva sus juguetes a la cama, animándolos a jugar con ella. Tan pronto como se levantan las persianas, observa el paisaje, disfrutando del sol de la mañana hasta que se vuelva a dormir.
Finalmente Severin dijo:
«Esta gatita nos muestra que confía en nosotros y nos ama todos los días, y que está infinitamente agradecida de que la hayamos acogido. Cambió nuestro viaje de muchas maneras y lo hizo más significativo. Somos muy afortunados de que nos haya elegido como sus humanos».