Kim, una rescatista de animales del centro de rescate Hamilton Animal Services, vio a una gata embarazada deambulando sola en busca de comida. De inmediato, la mujer puso a salvo a la felina y se acercó a Karly y Katelyn Saltarski, cofundadoras de Salty Animal Rescue, en busca de ayuda para encontrar un lugar seguro para la futura madre.
Después de vivir en la calle, posiblemente la mayor parte de su vida, soportando el frío y el hambre, la gata finalmente pudo sentirse a salvo y dormir un poco en un sitio tranquilo, cálido y seguro.
Karly le dijo a Love Meow:
«Mamá no estaba muy contenta con los humanos al principio, pero me dejó darle algunas caricias. Estaba en un 5 1/2 en la escala de mimos, pero con un poco de trabajo extra, sabíamos que podíamos hacer que se pusiera en un 10».
Gata recibe ayuda de su amiga perrita para criar a sus 7 gatitos
La felina recibió el nombre de Banksy, con tiempo y paciencia salió lentamente de su caparazón y empezó a disfrutar de las caricias de sus nuevos humanos. Era una gatita tímida, pero estaba muy feliz con su nueva vida y toda la comida que tenía a su disposición.
Banksy entró en labor de parto unos días después de su llegada a su hogar de acogida y trajo al mundo siete saludables gatitos de esmoquin.
La rescatista dijo:
«Estamos muy felices de que esta sea su última camada y que ni ella ni sus bebés se sumarán a la superpoblación en nuestra comunidad».
Karly no se encontraba en casa en ese momento, pero al llegar estuvo lista para ayudar a limpiar a los bebés y trasladó a la nueva familia felina a un nido cómodo y cálido. Al paso de unas horas, el instinto maternal de Banksy se activó y se dedicó de lleno a cuidar a sus gatitos llamados: Warhol, Frida, Pablo, Mona, Monet, Bob Ross y Dalí.
Karly agregó:
«Ella eligió la única vez que yo no estaba en casa para tener los siete en una hora y media. A pesar de tener una caja de parto acogedora y perfectamente limpia, decidió tenerlos en la caja de arena».
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Con siete gatitos demandando cuidados y comida en cantidad, Karly comenzó a complementar sus cuidados, mientras Banksy los mantenía limpios y en orden. Dos de los bebés requirieron apoyo durante el día. Bob, el más débil de la camada, se recuperó rápidamente gracias al tratamiento médico y alimentación por sonda.
Karly dijo:
«Estoy tan feliz de que no haya tenido que tenerlos solos afuera y que su yo semi-salvaje haya tenido suficiente tiempo antes de nacer para desarrollar un vínculo conmigo, para que yo pudiera manejar a sus gatitos y darle algo de consuelo».
Por supuesto, Banksy estaba agradecida por la ayuda que recibía de sus humanos, ya que todavía estaba tratando de adaptarse a la vida de gato de interior. Cuando los gatitos cumplieron alrededor de tres semanas, Karly decidió presentarlos con su fiel canina llamada Nood.
Karly recuerda:
«Nood finalmente pudo conocer a sus bebés más nuevos y no podría haber un perro más feliz. Ella es nuestra cuidadora de gatitos, residente oficial y se toma su trabajo muy en serio. Ha acurrucado a más gatitos rescatados de los que podemos contar y se asegura de que cada uno reciba todo el amor».
Nood se toma muy en serio el papel de niñera de gatitos y siempre está dispuesta a ayudar cada vez que Banksy necesita un respiro de sus bebés. Ella los baña con dulces lametones y les enseña lecciones valiosas, por lo que no queda ninguna duda de que estarán bien socializados con personas y perros.
Por supuesto, Banksy confía completamente en su amiga perrita y se siente tan agradecida por su apoyo en la crianza de sus pequeños.
Los pequeños felinos de esmoquin han crecido lo suficiente y están casi listos para el próximo capítulo de su vida, un hogar definitivo para ser felices por siempre.
Finalmente, Karly añadió:
«Ahora están establecidos en sus pequeñas personalidades y es muy divertido verlos. Mamá Banksy ha llegado tan lejos gracias a que sus gatitos le mostraron que las personas no son tan malas».