Una mujer y su familia escucharon lo que parecía ser un pequeño gatito maullando en el patio de su casa. Al buscar de dónde provenía el sonido, encontraron a tres gatitos atigrados sin una madre a la vista, quienes no paraban de maullar como pidiendo ayuda. Esperaron a ver si la madre volvía por ellos, pero esto nunca ocurrió.
Eran muy pequeños, pero con voces fuertes, así que la mujer decidió acogerlos en su hogar por unos días, mientras encontraba un centro de rescate que pudiera ayudar a los pequeños. Durante ese tiempo los alimentaba con biberón.
Jin’s Bottle Babies, un centro de rescate de gatitos en Arizona, encontró un hogar de acogida para que los gatitos pudieran ser criados a mano 24/7.
Familia rescata tres gatitos que necesitaban ayuda
Jen, la madre de acogida de los gatitos, dijo a Love Meow:
«Estos muchachos ronroneaban y eran muy cariñosos desde el momento en que los recibí. Creo que siempre se sintieron seguros una vez que su rescatador los acogió. Los gatitos terminaron en su casa. Escogieron el lugar correcto».
Los gatitos fueron llamados: Lacey, Whisper, y Rusty. Cuando tenían dos semanas y media de edad ya habían abierto los ojos, y siempre tenían hambre. Ponían sus motores de ronroneo a toda marcha cuando Jen entraba con el biberón.
Mientras Lacey y Rusty lloraban fuertemente pidiendo comida en todo momento, su hermana Whisper era la menos exigente, y esperaba cuando era su turno con el biberón.
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Lacey se nombró así misma hermana mayor, y fue la primera en explorar el mundo a su alrededor. Saltó los paneles que los mantenían en la guardería para ir en busca de aventuras, fue la primera encontrar nuevos juguetes y probar nuevos alimentos.
Aunque Whisper era la más tranquila, nunca tuvo miedo, y defendía a sus hermanos cuando estos se asustaban, especialmente con Romeo, el gato residente. Por su parte, Rusty era el más pequeño en un principio, así que se dispuso a crecer y gracias a su gran apetito pudo lograr su objetivo.
Rusty es el más tímido de la camada, y siempre dejó que sus hermanitas probaran primero cosas nuevas antes de él lanzarse por completo, según cuenta Jen.
Whisper y su hermanito Rusty se volvieron inseparables, se cuidaban el uno al otro e incluso dormían juntos, por eso, cuando llegó el momento de la adopción, este par se fue a su nuevo hogar juntos.
Jen dijo:
«Siempre estarán allí para cuidarse las espaldas. Tienen dos hermanos perritos y una hermana humana que ya está encantada con ellos».
Lacey también se fue a su hogar para siempre, y su nuevo nombre ahora es Ivy. Tiene un nuevo hermanito gato llamado Ozzie.
Jen añadió:
«Extrañaré mucho a esta camada. Mi casa estará mucho más tranquila sin ellos ronroneando constantemente».