Alguien sin corazón abandonó a la pequeña Harvest dentro de una caja de cartón a un lado de la carretera en un barrio residencial sin agua ni comida, bajo el intenso calor en un día de verano. Con solo 10 meses, ahora la cachorrita conocía esa parte cruel de la humanidad.
Harvest parecía guardar la esperanza de que su persona favorita regresara, y pensaba que, si aguardaba pacientemente dentro de la caja, volverían por ella. Pero esto nunca pasó, y a pesar del fuerte calor, ella nunca salió de allí.
Por fortuna, al día siguiente, un buen samaritano la encontró.
Patti Dawson, presidenta de Dallas Dog dijo a The Dodo:
«Ella nunca se movió de la caja. Ella solo estaba esperando que alguien regresara».
Cachorrita abandonada en una caja nunca se alejó
Cuando era trasladada al refugio, la pequeña nunca salió de la caja, y los oficiales de control de animales estaban completamente sorprendidos. Ellos la llevaron junto a su caja a una perrera, pensando que Harvest tal vez pudiera estar paralizada.
Una vez en la perrera, Harvest salió de la caja, y ellos se dieron cuenta de que la caja significaba un refugio para la perrita, así que decidieron dejársela.
Los primeros días de Harvest en ese lugar desconocido, la tenían desconcertada. Estaba muy confundida, temerosa y triste, y por eso se quedó acurrucada en la esquina de su perrera.
Patti dijo:
«Podías ver sus hombros y su cuerpo temblando de miedo».
Pero el personal del refugio se encargó de demostrarle a Harvest que las personas buenas existen, y le brindaron el amor y comprensión que ella necesitaba para que lo notara. A pesar de sentir temor, Harvest tenía un dulce comportamiento, y poco a poco comenzó a florecer y a entender que puede ser amada.
El centro de rescate Dallas Dog acogió a Harvest después de dos semanas de haber sido rescatada, y encontró un hogar temporal amoroso para ella, donde su verdadera personalidad empezó a salir a flote.
Harvest parecía tener mucha energía, y de esto eran testigos sus nuevos hermanos de acogida, con los que le encantaba correr y jugar. También, era muy feliz en el calor del hogar, acurrucada en el sofá, viendo tranquilamente televisión con la familia.
Patti añadió:
«Le tomó alrededor de una semana antes de que realmente se abriera, y desde entonces no ha disminuido ni mirado hacia atrás».
El centro de rescate esperaba que pronto Harvest encontrara la familia definitiva que tanto merecía, y no tardó mucho en pasar, porque la pequeña fue adoptada hace poco.
Ahora, harvest es feliz en un hogar, donde será consentida y amada para siempre, y nunca más volverá a saber lo que es el abandono.