Esta adorable cachorra paralizada llamada Pumpkin, recientemente pudo dar su primer paseo por su propia cuenta gracias a la colaboración de una organización benéfica que le donó una silla de ruedas que le facilitaría la vida. La perrita de raza West Highland terrier nació con parálisis en sus dos patas traseras y se movía torpemente arrastrando su cuerpo hacia adelante con ayuda de sus patas delanteras.
A inicios de este mes, la madre adoptiva de Pumpkin, Tammie Fox, quien reside en Lincoln, Inglaterra, decidió iniciar una recaudación de fondos para los costos del tratamiento veterinario especializado que ayudaría a la perrita, y hasta el momento ha recaudado más de 6 mil libras en poco más de quince días.
Tammie, quien trabaja como técnica de uñas, además recibió una pequeña silla de ruedas de parte de la organización benéfica para perros discapacitados Winston’s Wheels con la cual la adorable Pumpkin, de 11 semanas de edad, finalmente puede disfrutar de correr por el parque libremente.
Cachorra paralizada finalmente puede salir a caminar
Tammie le dijo a Daily Mail:
«Estoy totalmente abrumada. Todavía no parece real. Solo pensé que las personas que me conocían donarían. Estoy absolutamente impresionada por la generosidad de la gente».
La organización benéfica con sede en la ciudad de Suffolk, tiene como objetivo recaudar dinero para apoyar casos de perros con discapacidades o enfermedades que les impiden caminar.
Su fundadora es Rachel Wettner, quien es madre adoptiva de un Staffordshire Bull Terrier, de nueve años que perdió la capacidad de caminar sin silla de ruedas después de que le diagnosticaran un tumor en 2017.
Desde entonces, la mujer se ha enfocado en ayudar a muchos perros con las mismas condiciones que afronta su amado canino.
Tammie cuenta:
«Cuando conocí a Pumpkin hace nueve días, era un desastre emocional absoluto. Me rompió el corazón verla con estas discapacidades y sin poder caminar. Me enamoré de ella al instante, al igual que mi esposo Richard y nuestros hijos, Maddison-Belle, de diez años, y Ziggy, de cuatro. Incluso el perro Smiggle la amaba».
Ahora, la adorable perrita está esperando para visitar a un veterinario especialista en Surrey, donde le practicarán una resonancia magnética. La familia espera que allí puedan decirle a Tammie más sobre la condición de su mascota, su discapacidad y sus necesidades de tratamiento en el futuro.
Finalmente, Tammie dijo:
«Sabemos que podemos darle el amor y la atención que necesita; venderé mi coche si es necesario».