Roland Rydstrom vive junto a su familia en Anchorage, Alaska (Estados Unidos). Él se llevó un gran sorpresa hace algunos días al encontrar en su patio trasero unos invitados inesperados. Un alce y sus bebés decidieron pasar el día en el césped de su patio, parece que el lugar les pareció bastante cómodo.
Fueron bastante curiosos, recorrieron el patio por completo y cuando se sintieron seguros, decidieron disfrutar del verde césped y tomaron una plácida siesta; estaban tan cómodos allí, que su madre incluso los alimentó tranquilamente.
Roland tomó muchas fotos a la familia que disfrutaba del soleado día en su patio desde el interior de su hogar y decidió compartirlas en Facebook.
Alce y sus bebés pasan el día en el patio de una familia
Roland trató de verlos mejor y abrió una de las persianas de su casa pero dice que ellos ni siquiera notaron su presencia, enseguida encontró un muñeco Flat Stanley que sus primos le enviaron desde Iowa y recordó que les había prometido sacar unas fotos del alce junto al muñeco.
Roland dijo a Bored Panda:
“Tomé las fotos del alce con Flat Stanley, tomé algunas sin él y me fui a trabajar. Realmente esperaba que el alce se fuera en algún momento, pero cada vez que levantaba la vista de mi trabajo, todavía estaban allí».
El alce de Alaska es la subespecie de alces más grande de América del Norte, suele ser solitario, pero a veces forma pequeños rebaños y es considerado el mamífero oficial del estado, esta clase de alces sufren algo llamado dimorfismo, lo que hace al macho un 40% más pesado que las hembras.
No es una tarea fácil mantener una masa muscular así, estos animales son herbívoros, y en temporada de verano pueden llegar a comer hasta unas 73 libras de alimento por día; su dieta disminuye en invierno a 34 libras de sabrosas verduras.
Los alces de Alaska carecen de dientes frontales superiores, pero cuentan con ocho incisivos afilados en la mandíbula inferior; tienen una lengua dura, encías y labios que le ayudan a masticar la vegetación leñosa del área.
Esta familia pasó el día entero disfrutando en el patio trasero de Roland, dieron algunos paseos por el vecindario pero regresaron de nuevo a casa del hombre.
Roland contó:
“La mayoría de las veces, como puedes ver en las fotos, realmente estaban descansando aquí. Una vecina informó que había observado a esta misma familia de alces corriendo por la carretera a unas pocas millas de nuestro vecindario esa misma mañana».
El hombre hizo lo correcto al mantenerse en el interior de su vivienda y tomar desde allí sus fotografías, aunque no suelen ser animales agresivos, si se sienten provocados o en peligro pueden llegar a reaccionar y seguramente la mamá alce puede sentir amenaza y protegerá a sus crías.
Roland comenta:
“Cuando la familia de los alces se fue y regresó al patio trasero, mordisquearon las plantas, o en el caso de los terneros, los muebles del patio y las decoraciones en el patio trasero de nuestros vecinos, como un bebé, metiéndose todo en la boca».
Cuando sucedió algo emocionante en su patio, Roland se encontraba atendiendo asuntos del trabajo y lastimosamente no pudo registrar lo que ocurrió.
El hombre dijo:
“Otra vaca y sus terneros llegaron corriendo por el patio cerca del final del día. Podía escucharlos corriendo de esta manera, pero no pude obtener un video de ellos a través de esta familia de alces descansando. La mamá y sus bebés en mis fotos saltaron y rápidamente corrieron tras ellos».
No es algo común lo que pasó ese día en su patio, aunque pueden llegar a ver los alces deambular por el vecindario, generalmente solo pasan y mordisquean las flores y árboles, pero no solían disfrutar el día entero en su patio trasero, así que ver a este alce y sus bebés disfrutar en su casa fue algo increíble.
Cathy, la pareja de Roland, escribió en su publicación de Facebook que no había visto algo así antes.
Ella escribió:
«Sucede todo el tiempo para otros; esta vez tuvimos suerte de experimentarlo nosotros mismos».
Seguramente es algo que recordarán por siempre. Roland en sus redes sociales compartió que la familia ha regresado a visitarlos, así que puede que disfruten un poco más de su compañía.