El centro de rescate Animal Welfare League of Arlington acogió a un gatito de solo dos días que necesitaba ayuda. Tras ser alimentado con biberón las 24 horas del día durante dos semanas, había crecido lo suficiente como para abrir los ojos y moverse por su habitación. Cuando encontró su voz, empezó a utilizarla enseguida.
Colin, el gatito, estaba muy solo y maullaba constantemente después de que lo trajeran al centro de rescate. Penny Richards, voluntaria de acogida en aquel momento, tenía cuatro gatitos de la misma edad que Colin.
Penny le dijo a Love Meow:
“Acepté encargarme de su cuidado”.
Gatito aceptado por otros gatos, comienza a abrazarlos y cuidarlos
Colin estaba extasiado y empezó a jugar, luchar y acurrucarse con sus nuevos compañeros de camada. Los seguía constantemente por el corral y no quería perderse ni un momento. A partir de entonces ya no lloraba para llamar la atención, solo vocalizaba justo antes de que le dieran de comer.
Colin estaba feliz de tener amigos de su tamaño con los que dar volteretas y jugar.
Penny recuerda:
“Mis cuatro pequeños lo aceptaron de inmediato en su familia y lo abrazaban para mostrar su amor”.
Colin se deleitaba en el amor que sentía por sus nuevos hermanos y les devolvía el afecto con sinceridad. Se apretaba contra sus cálidos cuerpos, se ofrecía como almohada o los abrazaba, cualquier cosa para hacerles saber cuánto los quería.
Colin no tardó en hacerse famoso como cuidador de gatitos, y su grupo de abrazos se amplió rápidamente. Siempre estaba a favor de la regla “cuantos más, mejor” cuando se trataba de otros felinos, y a menudo dormía de último porque le gustaba estar rodeado de otros.
Aunque disfrutaba acurrucándose con los gatos, a veces se limitaba a mirarlos dormir como si los vigilara.
Con la presencia de otros gatos, su confianza aumentó gradualmente hasta convertirse en un individuo audaz. Era constantemente juguetón y activo, y nunca dejaba de sorprender a todos con sus trucos.
Penny dice:
“Puede ser un niño independiente que se pasa la mitad del día corriendo, jugando con sus juguetes o con sus amigos. Pero también puede pasar su tiempo revoloteando a mi alrededor, ronroneando en voz alta, pidiendo todo el amor. Se sube sobre mí y se estira para darme besos”.
Cuando Colin y sus hermanos de acogida estuvieron listos para encontrar sus hogares definitivos, los cuatro primeros fueron adoptados en parejas. Querían que Colin se emparejara con un amigo para que siempre tuviera alguien con quien jugar y acurrucarse.
Una familia conoció a Colin, cuando buscaban un amigo para su gatito Macchiato. Supieron al instante que Colin sería la nueva incorporación perfecta a su familia y fue amor al primer maullido.