Runt es un encantador gatito atigrado que vivió gran parte de su vida en las calles, y que gracias al refugio Lake County Florida Animal Shelter en Tavares, Florida, finalmente logró encontrar a la familia de sus sueños, desde entonces el feliz felino ha demostrado su agradecimiento de la forma más adorable.
Cuando el gato atigrado llegó al cuidado del refugio, se encontraba desnutrido y en malas condiciones físicas, era tímido y retraído por su experiencia de vida en las calles durante tanto tiempo.
Emily Blythe, miembro del personal del refugio, le dijo a Love Meow:
«Tenía bajo peso, tenía heridas abiertas y una infección grave de las vías respiratorias superiores».
Gato que pasó la mayor parte de su vida en la calle, ayuda a otros gatitos
Luego de pasar un tiempo bajo supervisión del veterinario y recibir el tratamiento adecuado para sus heridas, Runt fue a su hogar de acogida junto a Emily, para iniciar su proceso de recuperación emocional.
La voluntaria recuerda:
«Encajó perfectamente con mi pandilla de gatos mayores. Pareció florecer de la noche a la mañana».
Cuando Runt se encontró libre de sus heridas físicas y se sintió seguro en casa de Emily, el atigrado dejó aflorar su dulce personalidad a tope, estaba feliz de contar con una familia, una cama cálida y comida. Luego de unas semanas cuidando del gatito, Emily se dio cuenta de que Runt finalmente había encontrado su hogar definitivo a su lado.
Emily cuenta:
«Es FIV+, pero eso no lo ha frenado. El veterinario estima que tiene alrededor de 14 años. Es el gato más tranquilo».
Pasados unos días de haber oficializado su adopción, Emily llevó a casa a un pequeño gatito que necesitaba de cuidados especiales, y de inmediato el gato mayor tomó al pequeño bajo su protección. Desde entonces, Emily dice que Runt se ha convertido en el padre adoptivo de cada gatito que llega a casa buscando refugio.
La mujer recuerda:
«Traje a casa un pequeño gatito de menos de una libra. No esperaba que lo lograra, pero Runt se encargó de cuidarlo y limpiarlo, casi como una madre, y el salió adelante».
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Luego de un tiempo, una gatita llamada Dolly llegó al cuidado del hogar de acogida de Emily. Allí la voluntaria decidió ubicarla junto a otro rescatado llamado Reece, en un principio la felina de esmoquin parecía muy retraída y no socializaba, pero todo esto cambió cuando conoció a Runt.
Casi de inmediato, Runt tomó a la pequeña Dolly bajo su protección, empezó a darle un baño de lametones y la pequeña felina parecía sentirse a salvo, se calmó de inmediato y rodó sobre su espalda buscando algunos mimos.
Emily cuenta:
«Ahora, ella corre hacia él en busca de afecto. Se convirtió en padre sustituto de los gatitos adoptivos que han pasado por nuestra casa».
Runt también se hizo cargo del cuidado de Morgan, una gatita de tres patas, que necesitaba atención las 24 horas del día, el felino cuido de la gatita, jugaba con ella y le daba largos baños cada día, le enseñó a comportarse como una buena gatita y era muy tolerante con sus travesuras.
Emily recuerda:
«Morgan se ha convertido en un pequeño gatito luchador. Le encanta ir tras Runt y los otros gatos de la casa, incluso si no quieren».
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A pesar de la difícil experiencia de su pasado en las calles, Runt se ha convertido en el gato más dulce y encantador de todos. El gato mayor sigue mostrando afecto a todos los que lo rodean, especialmente a los gatitos más necesitados. Es como si les estuviera ofreciendo el mismo amor que recibió él cuando fue rescatado hace tiempo.