Bill iba de camino a casa en Missouri (Estados Unidos) luego de un viaje en Arkansas, cuando se detuvo en una parada de descanso. Él decidió dejar el auto encendido y su puerta abierta, pero jamás imaginó lo que encontraría a su regreso; un perro sin hogar estaba sentado en el asiento delantero.
El perro sin hogar resultó siendo una perrita que estaba en muy malas condiciones; muy delgada y se podía ver sus huesos. Bill le ofreció una golosina, que era lo único que tenia en ese momento y la pobre perrita la devoró de inmediato.
Al ver el estado en que se encontraba, Bill pensó que la perrita buscaba ayuda.
Perro sin hogar ve un auto abierto y salta inmediatamente
Ella parecía estar muy ansiosa y asustada, así que decidió que la llevaría a casa con él. Junto a su esposa Angela suelen ayudar a animales sin hogar.
Bill le escribió un mensaje a su esposa contando lo sucedido junto a una fotografía de su nueva compañera de ruta. Ella estuvo de acuerdo y esperaba conocer a la pequeña.
Angela le dijo a The Dodo:
«Le pregunté cómo se llamaba nuestro nuevo perro, decidimos llamarla ‘River’ por el lugar donde la encontró».
Cuando Bill y River llegaron a casa, Angela y su hijo esperaban para conocer a la nueva integrante de su familia, pero la perrita se negaba a bajar del auto, parece que allí se sentía segura.
Bill la ayudó a salir y quiso presentarla con sus nuevos hermanos rescatados, tres perros y un gato, y para hacer el proceso menos estresante para River, Bill los presentó uno por uno.
Angela agregó:
«Una vez que todos decidieron que ella estaba bien, él [Bill] la llevó a bañarse. Estaba cubierta de barro, sangre y garrapatas. Después de que se secó y se retiraron algunas garrapatas, consiguió una buena comida. Bill le hizo una cama en el piso de nuestra habitación al lado del calentador. Ella durmió allí toda la noche»
Al día siguiente River recorrió un poco su nuevo hogar, jugó un rato con las otras mascotas pero no perdía de vista a sus nuevos padres, ella se sentía cómoda con su nueva familia. Ellos piensan que posiblemente pudo tener un hogar antes de terminar en las calles.
Angela cuenta:
«Tuvimos un accidente en la casa la primera noche, pero estaba cerca de la puerta. Tenía que salir, pero no sabía cómo decirnos».
En la visita al veterinario, la familia descubrió que River tenía parásitos; la enfermedad del gusano del corazón y heridas en su cuello y rostro, que parecían secuelas de alguna pelea. El veterinario le dio algunos medicamentos y la perrita se mantuvo tranquila todo el tiempo, parecía entender todo lo que estaba pasando y estaba muy agradecida.
Poco a poco River se ha adaptado a su nueva vida. Aún se siente insegura en algunas ocasiones; no usa mucho los juguetes y es reservada al jugar con sus hermanos. Pero todo es un proceso y su familia está feliz de cada avance.
Angela cuenta:
«Ella corre en el patio y no persigue nada con Winston, se sienta a comer galletas con Ginger y acapara la cama con Butters. El gato estuvo muy descontento durante los primeros días, pero finalmente está aceptándola».
Para River no hay duda de que su mejor decisión fue subir al auto de Bill, y su familia está muy agradecida de ello, ahora tiene una nueva vida.