Anne, quien es una voluntaria adoptiva de Kat Zoekt Thuis (Cat Looking for Home), un centro de rescate de animales en Bélgica, fue informada acerca de una gatita tímida que apareció un día de repente en medio de una colonia de gatos.
La persona encargada de cuidar de la colonia notó que la felina no era salvaje, era bastante tímida, además estaba hambrienta y notoriamente embarazada. Todo indicaba que la gata había estado buscando comida y un refugio seguro para sus bebés.
Anne le dijo a Love Meow:
«Después de una semana de ganarse su confianza, el alimentador pudo recogerla, ponerla en un portabebés y dejarla en mi casa».
Gata agradece a la mujer que le abrió sus puertas
La felina, de color blanco y negro, fue llamada Iluna. Cuando llegó por primera vez a su hogar de acogida se le notaba nerviosa y retraída, todo a causa del estrés después de tantos cambios en su vida. Anne le ofreció un espacio tranquilo y cómodo para relajarse y dejó que ella tomara el tiempo que necesitaba para relajarse por completo.
Anne cuenta:
«Estaba acostumbrada a la gente, pero estar adentro definitivamente era nuevo para ella. Suponemos que solía ser una gata de granero y probablemente la abandonaron cuando notaron que estaba embarazada. Estaba en mal estado, muy flaca, cubierta de tierra y tenía rasguños en toda la nariz».
Anne se hizo cargo de la felina de inmediato, con amor y cuidado le limpió los ojos y la nariz, le dio medicamentos para tratar una infección y se esforzó por asegurarle que ahora estaba a salvo. Tan pronto como Iluna se dio cuenta de que la vida como mascota de interior no era tan aterradora, comenzó a permitir que Anne la acariciara y dejó salir su dulce ronroneo por primera vez.
Anne recuerda:
«Se sentía incómoda y cautelosa hasta que descubrió la gran ventana, desde donde podía mirar hacia afuera. Creo que ese fue el momento en que se dio cuenta de que estaba a salvo. Pasó toda la primera semana (pasando el rato) en el alféizar de la ventana».
Anne decidió ubicar la caja de arena en una plataforma para alentar a Iluna a usarla, ya que parecía que la felina tenía preferencia sobre todo lo que estaba arriba. Lentamente, Iluna comenzó a mostrar afecto hacia su nueva madre adoptiva. Un día se acercó a Anne y la saludó con un golpe de cabeza, parecía agradecerle por todo lo que había hecho por ella.
Anne dijo:
«Le encantaba cuando frotaba su vientre embarazado. Al principio, solo comía si la acariciaba. Y después de unos días comenzó a comer sola».
Cuando Iluna entró en labor de parto luego de dos semanas de estar en su hogar de acogida, la felina parecía estar agradecida de tener una cama tibia y un lugar cómodo, además de contar con un ser humano cariñoso que le hiciera compañía durante ese momento.
Anne asegura:
«El parto transcurrió sin problemas. Me permitió sentarme a su lado durante el trabajo de parto. Iluna es una de las mejores mamás gatas que he cuidado. Es muy atenta y cariñosa. Muchas nuevas mamás son un poco torpes y, a veces, se acuestan encima de sus bebés. Esto nunca sucede con Iluna. Es muy amable con ellos y siempre está al tanto de dónde están. Si un gatito se aleja, los persigue en un santiamén».
Con el paso de las semanas, los gatitos aprenderán a andar y jugar. Tan pronto como estén lo suficientemente grandes y destetados, Iluna podrá descansar de la maternidad y pasar más tiempo con sus personas favoritas, haciendo lo que ama.
Ahora Iluna está segura de que nunca más tendrá que pasar hambre o frío. Una vez que termine con sus deberes de mamá, será esterilizada y encontrará una familia definitiva para pasar el resto de su vida.