Houston es un gato de 5 años que estuvo bajo el cuidado del santuario para gatos Tabby’s Place, en Ringoes, Nueva Jersey. Allí recibió el amor y la ayuda de numerosas personas de buen corazón. A su llegada, el felino parecía un poco demacrado y necesitaba mucho cariño y cuidados.
Desde el momento de su llegada al refugio, fue un pequeño de buen corazón, estaba ansioso de afecto y curiosidad por todo lo que lo rodeaba. Además de ser solo piel y huesos y con el pelaje enmarañado a su llegada, Houston se enfrentó a muchos desafíos médicos.
Angela Hartley, directora de desarrollo de Tabby’s Place, dijo a Love Meow:
«Él no era del todo ingenioso. Era completamente asombroso».
Gato está feliz de tener el lugar perfecto
Houston padecía hidrocefalia severa y no podía abrir por completo sus ojos a causa de la hinchazón. A pesar de todo esto, el gatito siamés se mostró cariñoso con las personas y parecía estar muy agradecido por su ayuda.
Angela cuenta:
«Empezó a hacer pequeños y alegres ‘muffins’ con sus patas mientras nuestro equipo desenredaba suavemente su pelaje mal enmarañado».
El centro de rescate consultó a un neurólogo veterinario para que el gato recibiera la mejor atención para su condición. Con tratamientos y cuidados, la presión reducida alrededor de su cerebro comenzó a mejorar e incluso se recuperó exitosamente.
Cuando Houston pudo revelar completamente sus hermosos ojos azul cielo y maullar con toda su fuerza, los voluntarios y todos a su alrededor estaban realmente felices y eufóricos por sus logros.
Houston ahora tiene su propia habitación para gatos adecuada para sus necesidades, y acolchada con mantas para proteger su cabeza y permitirle jugar y moverse con seguridad por todo el lugar.
Angela dice:
«Estamos dedicados específicamente a esos gatos en las circunstancias más desesperadas. Como de costumbre, Houston ya nos ha dado más de lo que podríamos darle».
Houston no deja escapar cada oportunidad que tiene para abrazar a sus humanos e insiste en darles su dosis diaria de besos, es un pequeño tan amoroso y agradecido.
La voluntaria del santuario asegura:
«Es una de las pequeñas maravillas más divertidas que jamás hayamos conocido. Parece acercarse a cada día con los ojos estrellados, enamorado de la vida misma y de todos los que conoce. Le encanta que lo abracen e incluso lo bañen».
El gato de cara redonda ha encontrado en sus cuidadores un refugio seguro donde recibe la mejor atención para garantizar una vida feliz, cómoda y lo más importante, llena de amor y atención.
Angela agregó:
«Este dulce niño se niega a permitir que su discapacidad le impida vivir la vida al máximo. Tan pronto como te ve, se anima y está ansioso por llamar la atención. A Houston le encanta amasar y amasar en todas sus mantas, camas y brazos de los humanos. Todo lo que quiere hacer es amar y ser amado».
Durante 18 años, la labor de Tabby’s Place ha sido la de ejercer como un santuario para los gatos que tristemente nadie más quiere. Y ahora, con su programa Quinn’s Corner, será el primer refugio especializado en ayudar a los gatos más vulnerables, aquellos con el virus de la leucemia felina (FeLV).
Angela finalmente dijo:
«Los mismos gatos cuyas vidas estuvieron cortas de luz solar ahora disfrutarán de la dicha de un mundo hecho solo para ellos».