Lillian Grant cumplió la increíble edad de 103 años, y por supuesto recibió mucho más que una fiesta sorpresa para conmemorar este día. Lillian vive en una residencia para personas mayores en St. George, Utah, allí el personal había organizado una parrillada al aire libre para celebrar su cumpleaños.
Cuando Debbie Presland, la administradora de Ridgeview Gardens Assisted Living, le preguntó a la mujer qué quería como regalo si pudiera elegir algo en el mundo para ella, sin pensarlo dos veces Lillian le dijo que deseaba un gato tan dulce como su fallecida mascota.
Luego de escuchar el conmovedor deseo de la mujer, Debbie decidió hacerlo realidad. Con la ayuda de su hermano, Joseph Harradine, un oficial de servicios de animales en el Refugio de Animales de St. George, se encargaron de buscar un compañero felino para Lillian.
Mujer de 103 años recibe dulce sorpresa de cumpleaños
El refugio eligió a Marley, una gata de 9 años, a la que su familia anterior tuvo que renunciar cuando su cuidador se mudó a un centro de vida asistida que no permitía tener mascotas.
Joseph le dijo a TODAY:
«Queríamos asegurarnos de que funcionaría perfectamente. Si (Lillian y Marley) no se hubieran conectado, hubiéramos probado con otro gato».
justo antes de compartir el pastel de cumpleaños, Debbie le dijo a Lillian que le tenían una sorpresa extra especial solo para ella. Así que le presentaron a Marley, y la mujer mayor de inmediato fue a abrazar a la gatita que la aceptó casi de inmediato.
Al principio, Lillian parecía no entender muy bien lo que estaba pasando, pensó que Marley únicamente la estaba visitando para su fiesta de cumpleaños. Pero luego Debbie le explicó que Marley era su gato y la feliz mujer no podía creerlo.
Las nuevas amigas son inseparables ahora, incluso todo lo que Lillian pudo decir después de recibir a Marley e instalarla en su nuevo hogar, fue que ella deseaba salir de la fiesta para visitar a su nueva mascota. Hasta llama a Marley «Sammy», en recuerdo del fallecido felino que tanto extraña.
Por supuesto, antes de entregarle un animal vivo a Lillian como regalo, el refugio necesitaba tener la seguridad de que Marley tendría un hogar por el resto de su vida, Joseph explicó que era en el caso de que algo le sucediera a la mujer y ella ya no pudiera hacerse cargo de Marley, así que Debbie accedió a convertirse en la responsable de la gatita.
Debbie asegura que no podría estar más feliz por alegrar la vida de Lillian con este regalo especial.
La mujer dijo:
«Solo ver su reacción me atragantó. De hecho, tenía lágrimas en los ojos. Fue muy dulce».