Luego de pasar por un comienzo de vida con muchas complicaciones físicas, un gatito finalmente camina a cuatro patas y empieza a disfrutar de una existencia con más oportunidades y actividades para realizar, por suerte, cuenta con la ayuda de un gato atigrado que se convirtió en su mejor amigo y hermano adoptivo.
Un pequeño gatito atigrado de color naranja, que tenía sus dos patitas traseras torcidas, fue llevado a Chatons Orphelins Montréal, con el objetivo de encontrar ayuda. Pero, a pesar de no poder usar sus dos patitas, el gatito se negaba a dejar que dicha dificultad física le impidiera realizar sus actividades cotidianas.
Por lo general, el pequeño felino intentaba abalanzarse sobre un juguete de plumas, lo perseguía y ponía todas sus fuerzas para jugar como un gato normal.
Gatito finalmente camina a cuatro patas
El centro de rescate de animales dijo, según Love Meow:
«El gatito era muy pequeño y joven cuando lo conseguimos. No notó ninguna diferencia».
Gracias a la ayuda de los voluntarios del refugio y de los veterinarios, el gatito llamado Rubbix, recibió la ayuda que tanto necesitaba para poder caminar.
Todos querían que Rubbix tuviera las mismas oportunidades de un gato normal, por lo que lo sometieron a una cirugía para corregir sus patitas. Afortunadamente, la operación resultó ser un éxito y, solo un día después, Rubbix ya estaba caminando sobre sus cuatro patas y dio un paseo por la clínica.
Durante las siguientes semanas, el gatito continuó con su recuperación en la comodidad de su hogar de acogida, dando grandes pasos en su rehabilitación.
El centro de rescate comentó:
«A pesar de tener que soportar el Cono de la Vergüenza, siempre estaba de buen humor, corriendo y saltando con sus patas traseras que ahora funcionan».
Mientras que Rubbix se recuperaba, un gato atigrado llamado Mabrouk llegó al centro de rescate después de que lo encontraran vagando por las calles. El gato solo tenía 10 semanas de edad y también necesitaba atención médica urgente para controlar varias enfermedades, pero sobre todo necesitaba mucho amor.
Todo parecía indicar que el gato rescatado siempre había estado en las calles, sin embargo, lloraba sin parar para poder recibir mucha atención. Con mucha dedicación, medicamentos, buena comida y muchas mantas suaves para acurrucarse, Mabrouk se recuperó y se convirtió en un bicho amoroso cargado de abrazos.
El personal sabía que el gato necesitaba un compañero para disfrutar su estadía, así que planearon presentarle a los demás gatitos acogidos cuando estuviera sano.
Cuando Mabrouk estuvo listo para socializar, conoció a los demás gatitos, pero se la llevó muy bien con Rubbix y crearon una hermosa amistad.
Parecía que ambos gatitos se hubieran conocido desde antes, pero en realidad son de diferentes camadas, simplemente crearon un vínculo de hermandad muy especial. Aunque Rubbix no es muy cariñoso con los humanos, disfruta mucho abrazando a su nuevo amigo felino, y constantemente se les podía ver acurrucados juntos.
Mabrouk siempre busca robarse la atención de las personas, es una máquina de ronroneos, pero siempre está pendiente de Rubbix para cuidarlo del peligro.
Después de pasar varias semanas en su hogar de acogida, los dos hermanos estaban listos para ser adoptados, pero esperaban poder encontrar un hogar juntos. Por suerte, una familia amorosa conoció su historia y sabían que no podía quebrar el vínculo tan especial, y decidieron adoptar a los dos gatitos.
El centro de rescate agregó:
«Se acercaron a nosotros y dijeron que querían darles un hogar juntos».
Ahora, los dos hermanos adoptivos han comenzado un nuevo capítulo en su vida, en una linda casa y junto a su nueva familia para siempre. Lo más hermoso es que aún continúan durmiendo juntos o se les puede ver observando por la ventana y jugando en el árbol para gatos.
Sin duda, los pequeños gatitos atigrados se conocieron para ayudarse mutuamente, y desde ese día se convirtieron en un par de hermanos inseparables.