Jailson Almeida, propietario de una funeraria en Camaçari, Bahía en Brasil, fue testigo de una conmovedora escena de amor y lealtad de un perro hacia su dueña. El pequeño canino lloraba y se mantenía al lado del féretro de su madre fallecida, demostrando que su amor por ella estaba más allá de la misma muerte.
Por desgracia, Luzinete Lopes Diniz, la madre del acongojado perrito llamado Toy, falleció Tras sufrir un infarto; una noticia muy dolorosa para toda su familia, amigos y por supuesto para su perro.
Al parecer, Toy comprendía que esa sería la despedida y no abandonó ni un minuto el ataúd con los restos de su ser amado.
Perro llora y no se aparta del ataúd de su madre
Durante el velorio para despedir el alma de Luzinete, la actitud de Toy conmovió a todos los presentes. El perro había llegado a la vida de la mujer desde que era solo un cachorro, siempre lo trató como un miembro importante de su familia, y él estaba empeñado en acompañarla también en su partida.
Así que cuando llegó el ataúd al lugar de la velación, Toy se quedó a su lado y no permitía a nadie acercarse.
El desconsolado perro lloraba junto a los restos mortales de su ser amado. Luzinete y Toy, siempre tuvieron un gran vínculo, siempre acompañaba a su madre a la iglesia, al supermercado o al lugar que fuera.
Jailson le dijo a Noticias G1:
«Él había estado con ella desde que era un bebé. Ella lo tuvo como un hijo, lo trató como un hijo».
Meses atrás, Luzinete sufrió un derrame cerebral del cual se recuperó, y durante ese proceso Toy siempre estuvo a su lado y la acompañó fielmente. Lamentablemente, la mujer presento algunos problemas cardíacos y su corazón no logró resistir más.
La mujer era muy apreciada en su comunidad y las personas la reconocían por ser una persona de fe y por su alegre personalidad. Sus seres queridos y conocidos lamentaron profundamente su inesperada partida.
Sin duda, ninguna persona olvidará el dolor que reflejaba su perro junto al ataúd de Luzinete al despedirla. El pequeño Toy dejó ver cuánto la amaba y su profundo dolor por su partida en ese momento.
Jailson, quien estaba realmente conmovido, realizó una publicación en Facebook y escribió:
«Lo que más me impresionó es la desesperación del perrito de la familia, lucía como si entendiera que su dueña estaba muerta, lloraba como una persona cuando pierde a un ser querido, no quería que nadie se acercara al féretro».
Finalmente, los restos mortales de Luzinete fueron trasladados hasta su última morada, en el cementerio local donde sus seres queridos, amigos y su amado perro, la despidieron para siempre.
Sin duda Toy demostró con sus actos, que el amor y la gratitud de un perro por su ser querido trasciende más allá de la muerte.