Luego de ser encontrada deambulando por las calles de Los Ángeles, California (Estados Unidos), con solo cinco semanas de edad, la felina fue llevada a un refugio de animales local. La pequeña estaba tan nerviosa y asustada, que se acurrucó en un rincón donde nadie se pudiera acercar, necesitaba un hogar de acogida tranquilo.
Aly W, la madre de acogida, dijo a Love Meow:
«Ella siseaba y atacaba a cada sombra o movimiento. Por sus maullidos constantes, se podía decir que tenía mucha hambre, pero temblaba y siseaba cada vez que estábamos cerca».
Gatita muy tímida se transforma increíblemente
Era evidente que la gatita nombrada Cindy Lou, les tenía mucho miedo a las personas, y quería evitar cualquier contacto con la gente. Pero a pesar de que intentaba esconderse de todas las formas posibles, no pudo resistirse a una tentadora oferta de ricas y nutritivas golosinas.
Aly tenía que ganarse su confianza, así que se puso manos a la obra y comenzó su plan para tratar de conquistar a la pequeña Cindy. Ella puso varias golosinas en una espátula y las acercó hasta el portabebés, lugar que había escogido como refugio y donde se escondía la felina.
Lenta, pero de forma segura, poco a poco la pequeña atigrada avanzaba y se aproximaba a la puerta del portabebés en busca de golosinas. Después de intentarlo varias veces, Cindy Lou finalmente salió de su escondite y comenzó a comer golosinas en frente de Aly.
La mujer estaba contenta con lo visto y pasó toda la tarde haciéndole compañía para que sintiera que estaba a salvo y segura a su lado.
Aly comentó:
«Cuando se dio cuenta de que estaba aquí solo para darle comida y agua, inmediatamente comenzó a ronronear. Pasó de ser extremadamente tímida a extremadamente amigable en 24 horas».
Al siguiente día, Cindy salió de su cama voluntariamente y se subió al regazo de Aly; apoyó su cabeza y ronroneó hasta dormirse.
Gracias al amor y paciencia de Aly, la gatita se sentía muy cómoda y tranquila, su personalidad había cambiado totalmente y era un amor.
Aly dijo:
«A la pequeña Cindy Lou le encanta que le rasquen la barbilla. También le encanta abrazar hasta quedarse profundamente dormida».
Además, cada vez que la mujer salía de su habitación, comenzaba a maullar muy fuerte y se detenía de inmediato cuando regresaba. Este comportamiento lo hacía contantemente, lo que hizo pensar a Aly que la estaba entrenando para que no se alejara de su lado.
Cindy descubrió la alegría de trepar por la espalda de Aly como si fuera un árbol para gatos, y así llegaba fácil a sus brazos. La pequeña atigrada reveló tener un gusto particular por lo hombros de los humanos, por lo que se la pasaba subiendo y bajando por ellos.
Luego de varios días, Cindy finalmente comenzó a comer sola, entró en total confianza y su verdadera personalidad empezó a brillar en su hogar.
Aly mencionó:
«Es una chica muy testaruda y decidida a hacer lo que quiera».
Cindy insistía en pasar tiempo con sus cuidadores y no aceptaba un no como respuesta, cada vez que los veía se colgaba de sus pantalones. Pronto conoció a su hermano adoptivo Z (un gato), y decidió seguir sus pasos; de esta manera aprendió a ser una gata ejemplar.
Asimismo, conoció a Daisy, la perrita de la casa que disfrutaba jugar varias horas al día con su traviesa y enérgica amiga. Un día, Cindy Lou descubrió la oficina de trabajo de Aly, y desde entonces no dudó en ofrecer su ayuda supervisando y aprobando lo que hacía.
Con el paso de los días, la pequeña gatita se hizo grande y fuerte; estaba casi lista para empezar su nuevo capítulo en la vida. La gatita recibió una visita sorpresa de una familia, y en pocos minutos los tenía envueltos alrededor de sus pequeñas patitas.
Aly comentó:
«Ella inmediatamente se subió a sus hombros y ronroneó. Se sorprendieron de lo segura que estaba».
La familia supo que Cindy Lou los había elegido y se enamoraron perdidamente de la adorable felina, sabían que era la adecuada.
Finalmente, Cindy se mudó con su familia, se convirtió en una gatita tierna y confiada que vive la vida de sus sueños en su nuevo hogar.