Norman es un pequeño perro dulce y travieso que no duda en dejar en claro cuando algo no es de su agrado a su familia. Tiene una gran personalidad que divierte y sorprende a todos en casa. El perrito dejó en claro que prefiere la calidez de su manta antes que la helada y nada cómoda nieve.
La actividad favorita de Norman es descansar bajo el calor de su manta favorita y solo sale de ella si necesita un poco de alimento o para estirar sus patas, pero desde que llegó el invierno, este pequeño peludo no deseaba abandonar la comodidad de su tibia manta por nada en el mundo.
Denise White, la madre de Norman le dijo a The Dodo:
“Es tan tonto y travieso. No deja de esconderse y tratar de comer productos de papel».
Adorable perrito se niega a poner más de una pata en la nieve
Luego de pasar una fuerte tormenta de nieve, Denise la madre de Norman lo sacó de su manta para que saliera al patio trasero a hacer sus necesidades y recibir un poco de aire fresco. Tan pronto abrió la puerta, Norman se asomó tímidamente y apenas puso una pata en la nieve se regresó de inmediato hasta el sofá.
Denise cuenta:
«Sacó una pata, me miró y volvió a entrar corriendo y fue directo al sofá».
Todos en casa se esforzaron por conseguir que Norman volviera a salir, pero el dejó muy en claro que no tenía ni la más remota intención de intentarlo de nuevo, prefiere la vida acogedora entre el sofá y su manta, y en la nieve helada no había ni una pizca de comodidad.
Buscando la forma de atraer a Norman afuera, su padre trabajó para hacer que el estar en la nieve por un rato fuera un poco más soportable para el pequeño perro, así que pasadas tres horas y luego de ver el esfuerzo de su familia, Norman abandonó su manta muy a regañadientes y salió al frío por un rato, pero en definitiva la nieve no es lo suyo.
Denise asegura:
“No volverá a salir hasta que mi esposo despeje totalmente un camino con el hielo derretido y no haya nieve tocando sus patas rechonchas”.