Un pequeño perro salió despedido de un coche en marcha en México, pero acabó exactamente donde debía. Antes de este accidentado día, Óscar Rangel y sus compañeros habían tenido una jornada de trabajo muy tranquila; habían despejado un terreno vacío adyacente a su taller para que los coches pudieran entrar y salir con más facilidad.
Cuando los trabajadores estaban terminando su labor, vieron que un camión blanco se acercaba a gran velocidad y, al pasar por delante de las instalaciones, arrojaron algo por la ventana a un montón de arbustos que la máquina había dejado tras limpiar el terreno.
Le gritaron, pensando que era basura, pero luego se dieron cuenta de que era una pequeña criatura indefensa. Oyeron ruidos y uno de los amigos de Óscar fue a ver qué era, para descubrir que había un pequeño cachorro temblando y llorando.
Trabajadores de un taller ayudan a este pequeño perro abandonado
Aunque estaban furiosos por la reacción de las personas del vehículo ante el indefenso cachorro, se sintieron aliviados al saber que el perrito estaba ileso y a salvo.
Los trabajadores decidieron fabricar un chaleco de seguridad en miniatura para el perrito al que llamaron Chalán, para evitar que lo pisaran mientras corría por el taller.
En México, por ejemplo, el término Chalán se conoce como ayudante de alguien que ejerce un oficio, como albañil, pintor o mecánico. Por ello, les pareció un apelativo apropiado para su nuevo compañero.
Oscar dijo a Notas de Mascotas:
«Cuando subí las fotos realmente me sorprendió la cantidad de difusión y aceptación que tuvieron. Y pues de una u otra manera el punto era que la gente se diera cuenta de que ayudar es muy fácil, barato y responsable».
Este hombre nunca imaginó que conseguiría tanta aceptación al compartir la historia de Chalán. Él y sus compañeros solo querían demostrar que el perro estaba bien a pesar de que un desalmado quería hacerle daño.
Finalmente, Oscar agregó:
«Nuestro trabajo es duro tedioso y bastante pesado. Y aun así tenemos tiempo y la disposición de adoptar a ese pequeño gnomo peludo que de una u otra manera nos alegra el día cuando llega moviendo la cola para jugar con nosotros. Sin saber que es muy famoso y querido por mucha gente de varios países y es un símbolo de ejemplo y apoyo para la comunidad amante de los animales».
La historia de Chalán es una de las muchas que deberían compartirse para animar a otros a ayudar a los animales necesitados. Hay muchas formas de ayudar, y cada acto, por pequeño que sea, puede suponer una gran diferencia en la vida de un animal.